¿Pudo usted leer el periódico del lunes? En la portada venía el jugador belemita José Luis Cordero gritando “goool” a vena en cuello... Pero más arriba, el título principal y, más abajo, el secundario eran para atragantarse. Arriba: “Estado alarga beneficios laborales sin revisarlos”. Abajo: “Gobierno se endeuda por pensiones”.
En pocas palabras, estos titulares reflejan cómo los privilegios a trabajadores del sector público tienen ahogadas las finanzas del Estado.
En convenciones colectivas (las que trataba el titular de arriba), los “goooles” los han anotado los sindicatos, pues los “porteros”, políticos de turno, han renovado privilegios sin negociar. Políticos de turno, como mandatarios, ministros y presidentes ejecutivos, no han parado “goles” por irresponsables, interés político y demagogia.
Si no lo hizo, por favor léalo. Busque el recuadro en la página 5, “Algunos beneficios vigentes”. Como el futbolista, se va a quedar sin aire porque un país en crisis no puede seguir pagando las cajas de leche ni los ¢33.000 adicionales –más horas extras– que ganan los trabajadores de Japdeva por presentarse 10 feriados del año.
El país tampoco da para jornadas de 40 horas semanales, como en la Compañía Nacional de Fuerza y Luz, o de 41 horas en AyA, mientras los demás, sobre todo los trabajadores privados, deben cumplir, al menos, 48.
En la CNFL y en el AyA, si trabajan 41 horas, 42, 43 o más, ¡reciben pago extra! Esos privilegios son insostenibles, como lo son los del título de abajo, en la portada: “Gobierno se endeuda para financiar pago de pensiones” (pág. 24). La noticia revela lo último que faltaba: Hacienda debió colocar bonos para hacer frente a 60.000 jubilados.
Una vez más, los pensionados de lujo, con ingresos hasta de ¢16 millones al mes (exgerente de banco estatal), o decenas de exdiputados (casi ¢7 millones) le quitan aire a las cuentas públicas porque nunca cotizaron para esos montos.
Los empleados públicos deben abrir sus ojos y comprender que ya es mucho lo que lograron, pues está probado que sus salarios son hasta 50% mayores que los del sector privado.
El gobierno de Luis Guillermo Solís y los diputados de nueve partidos deben entender que es momento de revisar privilegios, y no crear más ni subir los actuales, porque tanta complacencia con el dinero público tiene al país como está: atragantado en deudas.