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El suelo es un bien escasísimo en Costa Rica. La aritmérica es así: a los 52.000 kilómetros cuadrados (km²) de territorio continental sáquenle el 26% del sistema de áreas protegidas naturales. Si redondeamos, nos quedamos con 40.000 km². Quite otro 25% de tierras no protegidas pero abruptas y malas para producir. Entonces, nos quedamos con unos 26.000 km2 para todo: producción agrícola, infraestructuras y viviendas para 4,5 millones de personas. Apenas más que El Salvador, el pulgarcito de América. Poquito, ¿no? Para rematar, pensemos que una parte del terreno habilitado se inunda, está sobre fallas tectónicas o cubierto de bosques.








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