Si el Gobierno le cobra un impuesto a Pedro, y con ese dinero contrata a Juan y le paga un salario, ¿mejora la situación de la economía como un todo? ¿Existe generación de empleo nuevo en la economía y, con ello, mayor bienestar global? Depende.
Por un lado, habrá que ver qué habría hecho Pedro con el dinero que el Gobierno le tomó como impuesto. Si pensaba comprarle a María unos tomates, su “costo de oportunidad” serían los tomates que ya no podría comprar. Pero, además, María se quedaría sin un ingreso, y a lo mejor sin trabajo. Es decir, en el agregado no se crearían nuevos empleos, habría, simplemente, un cambio de composición. Juan tiene trabajo y María no.
Ahora bien, si el Gobierno decide endeudarse, en lugar de cobrar impuestos, serían los hijos de Pedro quienes pagarían en el futuro esa deuda. Es una cuestión de quién paga, pero en este caso a lo largo del tiempo.
La otra cara de la moneda es cómo utiliza el Gobierno los impuestos que le cobra a Pedro (o a sus hijos en el futuro).
Podría ser que la contratación de Juan sirva para que el país tenga más y mejores obras de infraestructura y, en consecuencia, la movilización de gente y de productos se haga más fácil, y los costos de producción y de vida más bajos.
O podría ser que la contratación de Juan sirva para llevar una mejor educación a los jóvenes, aumentando así sus capacidades productivas y disminuyendo los problemas sociales del país.
O podría ser que se contrata a Juan para mejorar la seguridad, y evitar de este modo que cada persona tenga que gastar parte de su propio dinero en protegerse de los ladrones.
O también podría ser que el dinero de los impuestos se utilizara en ayudar a gente de muy escasos recursos para que tengan la oportunidad de disfrutar de una vida digna y de incorporarse de mejor manera a la fuerza laboral.
Al final de cuentas, es una cuestión de cómo percibe Pedro que están siendo invertidos los impuestos que pagó.
Si sus condiciones de vida y la de sus vecinos mejora sustancialmente por la acción del Gobierno, no le dolerá tanto la oportunidad perdida de comprarle los tomates a María. María tampoco se sentiría tan mal por dejar de vender los tomates a Pedro, porque lo compensaría con otros beneficios.
La gran pregunta termina siendo: ¿Está bien invertido el salario que le paga el Gobierno a Juan? El efecto neto de la acción del Estado sobre la sociedad depende enormemente de que tan buen trabajo esté haciendo Juan, a cambio del salario que recibe.
(*) Luis Mesalles obtuvo su doctorado y maestría de Economía en The Ohio State University y su bachillerato en Economía en la Universidad de Costa Rica. Actualmente, es socio-consultor de Ecoanálisis y gerente de La Yema Dorada. Participa en varias juntas directivas. Anteriormente, fue vicepresidente de la Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica, presidente de Academia de Centroamérica, profesor en la Universidad de Costa Rica y en la Universidad Stvdium Generale.