Desde hace años se sabe que el Régimen de Pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la Caja es insostenible. Dadas las condiciones de cotizaciones, beneficios y administración del régimen, tanto estudios de expertos internacionales como de la Supén hace rato le venían diciendo a la Caja que el fondo de reserva se agotaría pronto. Pero hasta ahora que se tiene un estudio de la UCR, que confirma lo dicho por los anteriores, es que las alarmas se encienden, la Caja toma acción y la gente empieza a preocuparse por su pensión futura.
Parte del problema del IVM de la Caja es que está diseñado como un esquema Ponzi, como bien lo explicó Eli Feinzaig días atrás en este mismo periódico. Por ser un régimen de reparto o “solidario”, la pensión que recibe cada trabajador no guarda una relación directa con lo que haya aportado a lo largo de su vida laboral, sino que depende mucho más de los aportes que hagan los demás trabajadores, al momento que decida pensionarse.
El esquema se viene abajo porque la población tica va envejeciendo. Cada vez hay más gente que se pensiona y menos gente trabajando para pagar esas jubilaciones. Mientras que en 1980 había 20 trabajadores cotizando por cada persona pensionada, hoy hay 6,7.
Además, dadas las cuotas obrero-patronales establecidas, las reglas para pensionarse (número de años cotizando, edad de retiro y monto a recibir) y la manera como se han administrado los fondos de reserva (rendimientos comparados con gastos de administración), los gastos han crecido mucho más rápido que los ingresos. En los últimos años, el total de aportes al fondo no ha alcanzado para cubrir la suma de beneficios pagados y gastos de administración. De ahí que parte del rendimiento financiero del fondo de reserva se haya tenido que usar para cubrir los gastos administrativos, limitando el crecimiento de dicho fondo.
Para darle sostenibilidad al régimen del IVM, bajo las condiciones actuales de beneficios, tendría que haber un aumento cada vez mayor de la cuota obrero-patronal (entiéndase, impuesto al trabajo). Pero, además, según recomendación del estudio de la UCR, también tendría que haber una reducción significativa de los beneficios de pensión (por medio de aumento de edad de retiro, cambio en salario de referencia, requisitos de años cotizados, etc.).
Dadas las circunstancias, tenemos que entender que la pensión de la Caja ya no será igual que antes. De ahí que nos tocará a cada uno de nosotros asumir una mayor responsabilidad sobre nuestra propia pensión futura.