Mientras Alemania conmemoró el 25 aniversario de su reunificación, histórica decisión que le ha fortalecido como país y como uno de los más importantes motores de la Unión Europea, en Cataluña, existen fuerzas que promueven su separación de España. Un grave error.
Luego de la caída del muro de Berlín, los líderes de la República Federal Alemana dirigidos por el canciller Helmut Kohl no dudaron en tomar las acciones necesarias para la reunificación, pues, visionariamente, entendían las posibilidades de una Alemania unida.
Hoy, tal decisión podría percibirse como sencilla; sin embargo, no lo era. El marco alemán del este (Ostmark) y la economía de Alemania Oriental se encontraban en pésimas condiciones y la infraestructura estaba al borde del colapso. Eso demandaba un fuerte compromiso económico.
En lo político, demandó superar los temores de países que veían peligro en una Alemania reunificada, por su historial expansionista, el regreso del nazismo o, como en el caso de la Unión Soviética, la pérdida de un aliado que pasaría a la OTAN.
Luego de más de 40 años de división fue necesario un esfuerzo monumental para la reintegración de poblaciones con estilos, creencias políticas y nivel económico diferentes, y evitar, además, que unos se sintieran como ciudadanos de segunda categoría. La unión prevaleció y con esta decisión ganaron todos los alemanes.
En las recientes elecciones al Parlamento catalán, el separatismo endulzó a un grupo de electores que le ha dado a Juntos por el Sí un peligroso espaldarazo con 62 de los 135 escaños.
Arturo Mas, presidente de la Generalitat, erróneamente ha interpretado el resultado como un mandato de independencia, dado que no obtuvieron el 50% de los sufragios sino el 47,9%. Tampoco le será fácil sumar los 10 votos del independentista de extrema izquierda CUP, ya que ellos además solicitan la separación de Mas, quien también olvida que hubo voto protesta contra el PSOE y el PP.
Si el argumento político es insuficiente a favor de la unión, también está el costo económico de la separación. Fitch advirtió que les quitaría el grado de inversión, al perder el respaldo del Fondo de Liquidez Autonómico del Gobierno Español, acreedor del 58% de la deuda catalana.
Creo en una España fuerte por su unidad y su integración a la Unión Europea, convencida, como lo demostró Alemania, de que la unión da fuerza y reditúa en beneficio de todos sus integrante.
(*) Nuria Marín Raventós es licenciada en derecho por la Universidad de Costa Rica y máster en artes liberales por Harvard University. Es cofundadora y vicepresidenta del grupo empresarial Álvarez y Marín Corporación.