Gerardo se hizo célebre por una justificada denuncia: divulgar en su Facebook un acto de acoso callejero. Se convirtió en héroe tras su agresión y muerte. Entre ambas condiciones medió una cadena de especulaciones que desataron una virtual certeza pública: el asesinato como vendetta por la revelación. En esta secuencia, algunos medios de prensa actuaron con apego a la prudencia y la duda metódica; otros, la inflaron con la eficaz levadura de sus insinuaciones.
El martes, la simple sospecha convertida en conclusión social terminó de derrumbarse frente a las buenas prácticas policiales. Lo que reveló el OIJ como móvil del crimen fue una retorcida trama para ajustar cuentas pasionales.
En el caso de las redes y sus esteroides mediáticos, primó esa usual fuente de error que consiste en atribuir a un hecho la causa de otro que lo sucede, sin que medie ninguna comprobación. Dicho en lenguaje académico: convertir en causalidad lo que apenas es concomitante o coincidente. Como el OIJ se atuvo al rigor del método investigativo, evitó la contaminación y logró formular una sólida hipótesis que ahora espera la validación de las normas jurídicas aplicadas por los jueces.
¿Qué lecciones sacar de lo sucedido? La respuesta no es el linchamiento de unos pocos medios o decenas de miles de tuiteros que convirtieron las presunciones en insinuaciones y a estas en conclusiones. De nada valdría.
Es mejor tomar conciencia sobre la gran vulnerabilidad que permea el ecosistema de las redes sociales, con su proclividad a las reacciones sin filtro, las hipérboles desaforadas, los prejuicios, los reclamos y los gritos, y blindarnos contra el riesgo siempre latente de que la suma de todo ello conduzca a histerias tóxicas e, incluso, agresiones.
¿Podremos evitar que se repitan tales errores? Difícilmente. Pero sí debemos ser más acuciosos, críticos y metódicos al sumergirnos en el universo de las redes y los medios.
(*) Eduardo Ulibarri es periodista, profesor universitario y diplomático. Consultor en análisis sociopolítico y estrategias de comunicación. Exembajador de Costa Rica ante las Naciones Unidas (2010-2014).