La confianza es el activo más importante de toda institución financiera. Cuando el público huele problemas y la institución no actúa de forma oportuna, la gente empieza a alejarse de ella, haciendo que el problema se vuelva insostenible.
Durante los últimos dos años, la combinación de baja inflación con tasas de interés más altas en colones que en dólares llevó a la gente a confiar más en el colón. De ahí que el ahorro creciera más rápido en colones que en dólares. Al mismo tiempo, la estabilidad en el tipo de cambio hizo que mucha gente decidiera endeudarse en dólares, a pesar de las advertencias. La gente confió, más bien, en el actuar del Banco, que intervenía el mercado cambiario “con el fin de evitar fluctuaciones violentas en el tipo de cambio”, según su promesa incluida reiteradamente en el programa macroeconómico del Banco Central.
Sin embargo, cuando el tipo de cambio empieza a moverse más fuertemente en los primeros días de mayo, sin que el Central interviniera de manera decidida para evitar esa fluctuación violenta, la gente le empieza a perder confianza al colón –y al mismo Banco Central–. Los importadores adelantan la compra de dólares, los ahorrantes buscan proteger el valor de su riqueza, los que tienen deudas en dólares corren a cambiarla a colones, las empresas y los bancos buscan proteger su flujo de caja, uno que otro especula. Todos huyen del colón, generando que la devaluación se acelerara más.
No es sino hasta el jueves en la mañana cuando el Banco Central anuncia que intervendrá decididamente –como había prometido–, que se detiene la “fluctuación violenta” del tipo de cambio.
Según mi criterio, el Central tenía que intervenir el mercado cambiario para ser consistente con lo que había anunciado. La tímida intervención de los primeros días estaba dando al traste con la confianza ganada en los últimos años. Queda por ver cómo hará para recuperar esa confianza de ahora en adelante. Una vez que regrese la calma al mercado cambiario, tendrá que dosificar sus intervenciones, únicamente para evitar las grandes fluctuaciones. Pero debe dejar que el tipo de cambio busque su nuevo nivel de equilibrio, sea este para arriba o para abajo del actual.
Termino de escribir estas letras y me entero del anuncio del cierre de la operación comercial de Bancrédito. Un caso típico de pérdida de confianza por mala gestión.