En las últimas semanas, hemos leído noticias de ticos que han destacado alrededor del mundo. Keylor Navas juega hoy la final de la Champions con el Real Madrid. Andrey Amador está haciendo un excelente papel en el Giro de Italia. Sandra Cauffman asume un alto cargo en la NASA, donde ya Franklin Chang había destacado hace unos años. Christiana Figueres lidera discusiones sobre cambio climático a escala mundial. Esto es muestra de que los ticos, si nos lo proponemos, tenemos la capacidad de competir con los mejores del mundo.
El camino del éxito empieza con la decisión de ir en busca de cierta meta. Eso implica tomar algo para dejar de lado alguna otra cosa. Al no tener plena garantía de que se obtendrá lo que se busca, cada decisión tiene implícito un riesgo. Si cada decisión es tomada a conciencia, sopesando lo bueno y lo malo de cada alternativa, se puede mitigar el riesgo, pero nunca hacerlo desaparecer.
Los ticos exitosos mencionados al inicio tomaron la dura decisión de salir de su querida patria, donde probablemente habrían estado más cómodos, para ir a otro lugar a pelear por su meta. En esos lugares se encontraron con nuevos retos, que a su vez los llevaron a tomar nuevas decisiones. Muy probablemente se equivocaron en más de una ocasión porque nadie es perfecto.
Ahí es cuando surge la persistencia, como una característica fundamental de toda persona exitosa. Aquel que es consecuente con las decisiones que toma, que sigue buscando con ahínco sus metas, sin desfallecer, es usualmente quien logra tener éxito.
Pero, cuidado, que no hay que confundir persistencia con cabezonada. Es igual que en un matrimonio. Si se quiere ser feliz en él, no se puede desfallecer ante la primera dificultad. Pero tampoco es dable pensar que este puede perdurar si no se hacen algunos ajustes de camino.
Estos principios aplican por igual en lo académico, profesional, deportivo, empresarial o personal. Igual si se está en el extranjero o en Costa Rica.
Si los costarricenses nos la creemos, tomamos decisiones bien analizadas, estamos dispuestos a asumir ciertos riesgos y somos persistentes y consecuentes en la búsqueda de nuestros sueños y metas, seremos capaces de destacar en todos los campos que nos propongamos.
Aunque seamos un país pequeño y con pocos recursos, no debemos tener miedo de competir contra cualquiera a escala mundial. Así lo han hecho Keylor, Andrey, Sandra, Franklin, Christiana y muchos otros ticos alrededor del mundo. Sigamos su ejemplo.