El Ministro de Comunicación se retrata con frutas para aleccionar al país sobre materias complejas, como el abastecimiento del mercado, los precios y el comercio exterior. Sonriente, muestra en la foto una bolsita de aguacates, prueba irrefutable de su abundancia y, por extensión, de la falacia sobre la cual están construidos los argumentos de los importadores de la fruta.
Si el funcionario logra tomarse una fotografía con el embajador de México, demostrará, también, la inexistencia de un conflicto comercial con ese importante socio regional, especialmente si el diplomático, como suele ocurrir en estos casos, esboza una sonrisa.
La evidencia gráfica echará por tierra las preocupaciones de Alexánder Mora, ministro de Comercio Exterior, en cuya opinión no se siguieron los protocolos establecidos para restringir la importación de aguacates. Mora no exhibió fotos para probarlo, pero mostró preocupación por las quejas, hasta ahora verbales, de los mexicanos.
La producción local de aguacate abastece menos del 20% del mercado y las 70.000 toneladas importadas al año no caben en la bolsita de la foto. Cómo conseguiremos, en el futuro, una abundancia tan convincentemente demostrada, es un problema por resolver con nuevas evidencias gráficas. Por lo pronto, el Gobierno comprobó estar en condiciones de garantizarnos el derecho a recibir, cuando menos, una fotografía de la fruta.
La artística inclinación por la naturaleza muerta comunica mucho más de lo que habríamos esperado. Transmite, por ejemplo, una actitud festiva ante los problemas del comercio exterior.
La salida humorística hará fruncir el ceño a quienes se toman estas cosas en serio, en un país tan esforzado por insertarse en la economía internacional. Amargados, los representantes de la Cámara de Exportadores e Importadores de Productos Perecederos calificaron la incursión del Ministro en el modelaje como irrespetuosa y burlona.
No entendieron. El propósito es difundir, con uso del buen humor, el conocimiento del Gobierno sobre comercio y mercado. La bolsita contiene, en forma poética y frutal, la suma de ese conocimiento. No hay en ella aguacates, sino motivos para la reflexión.
A la foto no se le puede negar gracia, aunque duela. Comprendo al Ministro porque a los periodistas, en ocasiones, no nos queda más remedio que la ironía, hermana mayor del buen humor, y es preciso defenderla hasta la última carcajada, tanto más sonora cuando lo dicho va en serio, aunque duela.