Columnistas

Decisiones

EscucharEscuchar

Las mentiras y medias verdades, la imposición de criterios oportunistas sobre argumentos técnicos y la atribución de serias faltas a otros para expiar las propias, son vicios frecuentes de la política. Lo infrecuente es que se conjuguen y detonen en un lapso de pocos días y en el seno de un gobierno que ha predicado valores contrapuestos. Pero así ha ocurrido durante la más comprometedora semana (esta) enfrentada por el presidente Luis Guillermo Solís desde que asumió el poder. Me refiero al plan para modificar los salarios de altos funcionarios, la solicitud de renuncia a la presidenta de la Caja por ejercer su autonomía y el regaño de la Contraloría al Ejecutivo por denunciar sin fundamentos a jerarcas de otras administraciones que supuestamente habían recibido incentivos indebidos.








En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.