Bueno, ganó la derecha en España. El ascenso del Partido Popular (PP), como primera fuerza política de ese país, no sorprendió por cuanto los últimos escándalos golpearon de lleno a los socialistas, de por sí afectados por el alto índice de desempleo (22 por ciento) y el recrudecimiento del terrorismo etarra.
José María Aznar venció; logró derrotar al fantasma que perseGuía a los conservadores desde el desmantelamiento de la dictadura de Franco. Empero, los españoles, aunque castigaron al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), no quisieron entregar mucho pastel al PP.
De allí que el triunfo de Aznar fue mucho más apurado de lo que las mismas encuestas, a la salida de los puestos de votación, anticipaban. La ansiada mayoría absoluta (176 bancas), o al menos un número muy cercano, se quedó en una ilusión que se fue esfumando conforme el Ministerio del Interior daba a conocer los datos oficiales.
¿Perdió el PSOE o ganaron los populares? Los resultados reflejan más lo primero. Porque, aunque es innegable la merma de escaños que Felipe González y sus huestes sufrieron, a fin de cuentas 13 años de gobierno y de sobresaltos no desgastaron tanto a los socialistas. ¡Apenas un 1,32 por ciento menos que el PP!
En los días venideros, Aznar estará ante la difícil tarea de buscar socios que le permiten gobernar, maniobra que necesariamente lo obligará a hacer concesiones. Su gran reto será, tanto como gobernar, evitar a toda costa desgastarse, dada su escuálida ventaja.
El PSOE, en tanto, tendrá que recomponer filas, hacer examen de conciencia y esperar otra oportunidad para volver a La Moncloa.