A ciertos servicios públicos les cabe la vieja expresión aquella del "no me defiendas compadre", cuando en su prestación se dan ciertas deficiencias tan elementales que echan por tierra cualquier intento por protegerlos de los huracanados vientos de privatización que soplan en estas épocas.
Uno de esos servicios que a veces suscitan más duda que ayuda son algunos de los teléfonos de información del ICE, con los cuales al menos yo he tenido algunas experiencias poco gratas. La última acaeció el domingo y paso a relatarla.
En la necesidad de hacer una llamada a Inglaterra y con un indicio de que había cambiado el código de área de la ciudad con la que necesitaba comunicarme, llamé al 124 para verificarlo y se suscitó un diálogo muy similar a este:
¿Podría decirme si cambió el código de área de Leeds, en Inglaterra? Agréguele nada más un 1 adelante.Pues resulta que el código de área de Leeds efectivamente cambió y en nada se parece al que me ratificó el 124.
En otra oportunidad, hace algún tiempo, pedí al 113 el número de una persona en virtud de que al marcar el que aparecía en la Guía Telefónica, una grabación me contestaba que no pertenecía a ningún abonado.
Para mi asombro la respuesta fue algo así como lo siguiente: "Eso quiere decir que cambió de número pero nosotros no lo tenemos porque la oficina que se encarga de ese trámite dura varios días en comunicarnos las variaciones". Así como acaba de leerlo, y en los albores del siglo XXI.
Porque creo que el ICE es nuestra mejor institución me resulta imposible aceptar que incurra en semejantes pequeños grandes errores.
¿Qué número tiene usted? El 532