Publicidad con la bandera
Universidades privadas usan colores patrios
La ley que regula el uso de los símbolos nacionales indica en su artículo 14 que está prohibido tomar los colores nacionales como una marca de fábrica o de comercio. Ni la bandera nacional ni la combinación de sus colores, ni el escudo nacional podrán, en ninguna ocasión, tomarse como distintivo o divisa de partidos, asociaciones políticas, literarias o comerciales, dice la ley.
Eso sí, los ciudadanos podrán en días de fiesta civil y en ocasiones especiales adornar sus casas con banderolas con los colores nacionales, según el artículo 3 de esta misma ley. Algunas universidades privadas deberían revisar su publicidad para no contravenir lo dispuesto en esta legislación.
Cristina Solís Soto
Heredia
Reclamo sin solución
Recientemente, en la convulsionada carretera hacia El Alto de Guadalupe me chocaron, por lo que llamé a solicitar información al Centro de Reclamos de Automóviles del Instituto Nacional de Seguros (INS), para despejar dudas sobre las coberturas de mi póliza. Sin embargo, el empleado público me atendió de muy mala manera. Al preguntarle por qué me hablaba de esa forma me dijo que por faltarle el respeto me cortaba la llamada. Volví a telefonear y me pasaron a otro departamento, donde nadie contestó, por lo que solicité a un taller privado hacer el avalúo.
Estas situaciones se dan muy seguido en algunas instituciones públicas, lo cual es muy desmotivador; uno paga para recibir, en teoría, un buen servicio.
Una de las pocas instituciones públicas que dan un buen servicio es la Caja Costarricense de Seguro Social. Yo la defenderé hasta la muerte, pues gracias a la seguridad social estoy vivo, tras ocho minutos, técnicamente, sin vida.
En el Hospital Calderón Guardia el personal hizo hasta lo imposible para que yo saliera de ahí como estoy hoy: feliz y con un buen tratamiento que me da una excelente calidad de vida. Vale la pena pagar cuando se recibe buena atención.
Miguel A. Barboza Retana
Goicoechea
Contrato firmado
Con respecto a la carta del señor Danny Alvarado Jiménez ( Cartas, 27/8/16), hicimos nuestras investigaciones internas y verificamos, al revisar el contrato, que el cliente firmó un documento en el que se le explican las condiciones y cambios que iba a sufrir su plan de datos, por lo tanto, sí fue debidamente informado por nuestro agente.
Les solicitamos a nuestros clientes que si se les presenta cualquier dificultad con alguno de nuestros productos o servicios nos contacten a través del correo electrónico clientes@claro.cr para poder agilizar los procesos.
Carolina Sánchez
Vocera de Claro
Buen artículo
Felicito a la economista Sylvia Saborío por su excelente artículo “Transporte público: tragedia en dos actos” ( La Nación, 31/8/16). Pocas veces se expone con argumentos tan contundentes y con tanta claridad el problema relacionado con los autobuseros y su negativa a aceptar el pago electrónico en sus unidades.
La solución es fácil y está a la vista. Solo falta una decisión política definitiva para acabar con este tipo de abusos hacia los costarricenses.
Anita Ohlsson Ohlsson
Santa Ana
Problema resuelto
Agradezco a la gerenta Susan Vargas, del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), por la atención y la solución expedita a mis dos quejas planteadas en este espacio. Los adultos mayores ya no hacemos fila, pedimos a la oficial de seguridad una ficha y entramos de inmediato al sistema. Además, resolvieron el problema en mi servicio de Internet y reconocieron a mi favor el monto por los días sin el servicio.
Así opera una institución seria, donde el usuario es su razón.
Mario Valverde Montoya
San Pedro, Montes de Oca
Fervor patrio
Aún recuerdo el fervor con que los alumnos de primero a sexto grado, en el salón de actos cívicos de mi vieja escuela, cantábamos para esta época el himno nacional, al 15 de setiembre, La patriótica y hasta el himno de la escuela, tradición que se perdió, tristemente, al llegar a la secundaria y a la universidad.
Melvin Cavero Araya
La Florida Tibás
Trato en el San Juan
Gracias al personal de Enfermería y a los trabajadores que asean a los pacientes, por el trato tan especial que tuvieron con mi padre, Rafael Romero Córdoba. Él estuvo cerca de 15 días internado en Neurología en el Hospital San Juan de Dios y no tengo palabras para dar las gracias por los innumerables atenciones hacia él, un adulto mayor de 91 años.
Agradezco en especial a la doctora Villanueva por la atención y por estar pendiente de su salud. El San Juan de Dios es un gran hospital.
Mario Romero Orozco
San José