Billete falso
Más cuidado en los bancos
El 26 de febrero, a las 3:32 p. m., fui atendido en la sucursal del Banco Nacional de barrio México, en donde retiré un dinero en billetes de ¢20.000. Por la urgencia que tenía de hacer el trámite y la confianza que deposité en el banco no conté ni revisé el dinero que me entregaron en la caja.
Este error me puso en una situación lamentable y mi honradez quedó en duda. Entre los billetes iba uno falso, que usé para pagar una cuenta en un reconocido negocio. Al día siguiente me buscaron en la casa y, a pesar de corregir el error, creo que no fui redimido del todo.
Posteriormente, fui atendido por el gerente de la sucursal bancaria, quien muy amablemente me recordó los protocolos de la institución, pero creo que dudó de mi versión.
Lo acontecido no es nuevo, sucede particularmente en los cajeros automáticos. Creo que si los funcionarios bancarios están cobijados por tantos incentivos y bonificaciones, lo menos que deberían hacer es tratar de tener más cuidado con el dinero de sus clientes, que es el de todos los costarricenses.
Haley Castro Ramírez
Barrio México
Atraso alarmante
Tras leer el artículo “Papeleo tiene sin comida a 9.000 familias” ( La Nación, 23/4/2015), considero que “vergonzoso” es quizá la palabra menos grosera para señalar la crueldad que están viviendo las familias en condición de pobreza.
Involucrados en esta tarea están el Ministerio de Salud y los CEN-Cináis, responsables de la entrega del paquete de alimentos. El proceso está obstaculizado por la gran cantidad de requisitos que estas familias deben cumplir.
Lo verdaderamente lamentable es el grado de desnutrición que está padeciendo un grupo de niños cuyas edades oscilan entre los 2 y los 5 años. Esa es una etapa crítica del desarrollo; los niños pequeños requieren una alimentación ininterrumpida. Deben crearse nuevos mecanismos que permitan que la comida llegue pronto.
Manuel Campos Guevara
Cartago
Buenos Aires querido
Desde una colina observo las quemas, la deforestación y la ganadería, que erosionan la tierra y secan y contaminan las aguas y la atmósfera.
Y en el pequeño anillo comercial, los negocitos de ciudadanos bonaerenses que han sido desplazados por empresas foráneas, que ofrecen telas, hilos, abarrotes y hasta ropa americana, a precios inferiores a los ofertados, aprovechando las economías de escala.
Además, locales comerciales y sodas cerradas y las que existen compiten entre sí para captar únicamente a los lugareños que salen de sus comunidades a adquirir los bienes de primera necesidad.
¿Y qué de las fuentes de trabajo o de oficinas que antes tenían sede en este cantón, pero que han sido trasladas a otros circunvecinos? Tantos asuntos por resolver, para que podamos decir con alegría “mi Buenos Aires querido” y no como un ¡ay! de un pueblo que pudo ser y no lo fue.
Marina Navas Obando
Buenos Aires de Puntarenas
Discordia en curules
Tuve un sueño maravilloso donde los 57 diputados formaban un grupo homogéneo en ideales y trabajo. La comunicación y la armonía prevalecían sobre el poder político. Eran verdaderos señores, amando a su país y legislando para el bien de todos.
El sueño me duró muy poco: fue una verdadera frustración escuchar el discurso que el legislador Víctor Morales Zapata pronunció en contra del diputado Ottón Solís para acusarlo de fariseo por haber recomendado nombres para puestos de confianza en instituciones públicas. Esta es una práctica común para cualquier persona que trabaja en el mundo de la política.
Ante semejantes ejemplos viscerales podemos notar que ese país necesita urgentemente un cambio radical en la forma como se elige a los diputados.
Albán Rugama Dávila
Barrio México
Irrespeto en la Asamblea
Independientemente de que tenga razón o no, la actitud del legislador Víctor Morales Zapata y la forma en que se ha expresado en nuestra Asamblea Legislativa avergüenzan al país.
Su actitud es indigna de un legislador, irrespetuosa al país, a la Asamblea Legislativa, y a todos los que lo eligieron.
Dios quiera que para las próximas elecciones escojamos mejor a nuestros legisladores, para no convertir nuestra Asamblea Legislativa en un verdadero mercado persa.
Víctor Barboza Vargas
Goicoechea
Empleada atenta
Soy clienta fija de Megasúper Okayama y siempre me gustaba que me atendiera una joven cajera llamada Ana Cristina, quien es muy atenta y servicial, pero no la había vuelto a ver.
Por cosas de la vida, pasé hace días por el Megasúper de San Francisco y cuál fue mi sorpresa que ahí se encontraba siempre igual atenta, con un buenas tardes, un ¿encontró todo lo que buscaba?, es un placer atenderla y con su sonrisa que la caracteriza.
Pero no solo la he visto en cajas sino también acomodando mercadería, verduras y carnes y organizando actividades para nosotros los clientes.
Gracias Cristina por ser de mis compras un momento agradable.
Ada Roxana Ramírez Porras
San José