Poder Judicial
Respuesta sobre pensiones
En una carta a la columna publicada en La Nación el 2 de octubre de 2014, un lector expone su inconformidad ante la carga que puede resultar para los contribuyentes una eventual insolvencia del Fondo de Jubilaciones y Pensiones del Poder Judicial.
Al respecto, aclaramos que para el pago de las jubilaciones y pensiones del Poder Judicial, se dispone de reservas propias constituidas por los recursos que aportan las personas servidoras así como las jubiladas, el Poder Judicial como patrono y el Estado. Si bien se ha evidenciado una situación de desequilibrio actuarial, las autoridades han adoptado medidas para evitar una condición de insolvencia como la apuntada por el lector, y en la administración de los recursos se ha trabajado bajo el escrutinio permanente de los órganos de control y las agrupaciones gremiales de la institución. En la actualidad se promueve una reforma legal que se encuentra en la Asamblea Legislativa.
Cuando los estudios técnicos han señalado deficiencias, los correctivos se han tomado con oportunidad. El Fondo de Jubilaciones y Pensiones del Poder Judicial tiene 75 años de cumplir a cabalidad con sus obligaciones financieras. No se registra en la historia incumplimiento para las personas que ya gozan de su derecho jubilatorio.
Ana Eugenia Romero Jenkins
Directora Ejecutiva, Poder Judicial
Espectáculo peligroso
El 26 de setiembre, en el semáforo de la esquina suroeste de la iglesia de Zapote, uno de estos “artistas” callejeros que ahora saturan todos los semáforos de San José realizaba un show con tres enormes machetes que tiraba hacia arriba y daban vueltas y vueltas en el aire durante el tiempo que le permitiera la luz roja “actuar” para el público de carros que estábamos ahí esperando pasar.
Yo quedé de primero frente a él y me preguntaba mientras disimuladamente veía el “espectáculo”: ¿qué pasa si uno de estos machetes se desvía y golpea la trompa de mi carro, o si viene directo al parabrisas y me lo quiebra?
También había personas cruzando la calle, y tuvieron que pasar frente al artista, con tres machetes dando vueltas en el aire sobre sus cabezas. ¿Qué pasa si uno de esos machetes cae sobre algún peatón que está cruzando la calle en su momento “seguro” de la luz roja?
Sobra decir que no le di ni un centavo a este tipo tan irresponsable y ni quise ver para atrás cuando avancé con la luz verde a ver si algún chofer alcahuete lo premiaba por semejante irresponsabilidad. Quizás me digan que soy poco solidario o un insensible, pero es hora de aplicar mano dura con estos vándalos disfrazados de artistas que cada día pululan más.
Andrés Pacheco Umaña
Curridabat
Reclamo a Grupo Q
El pasado 09 de setiembre fui al taller de Grupo Q, en La Uruca, por un ruido a la hora de frenar. Tres semanas antes había realizado la revisión periódica y luego de ella empezó el ruido, por lo cual dejé mi auto en el taller.
Me indicaron que al día siguiente me decían qué tenía, pero pasaron dos días para dar un diagnóstico que en una hora se puede hacer, además de cobrar por repuestos muy caros. Lo llevé a otro taller y me indicaron que no hay que reemplazar nada, que solo es cuestión de ajuste.
Me parece increíble que una agencia trate tan mal a sus clientes, además de hacernos perder tan valioso tiempo esperando por un diagnóstico. En resumen, en el taller dan un mal servicio.
Rodolfo Andres Sánchez Sánchez
Heredia
Agradecimiento
Mi eterna gratitud al equipo médico, técnicos, enfermeras y administrativo del departamento de cáncer gástrico del Hospital Max Peralta de Cartago, por el esfuerzo y dedicación que me brindaron con el tratamiento.
El área está cubierta por servidores extremadamente capacitados que no escapan al menor detalle para confeccionar un diagnóstico certero. Los avances científicos de este centro de salud han crecido por la vocación de servicio de su personal y el patrocinio de la CCSS.
Causa asombro darse cuenta del avance de esta terrible enfermedad que arrastra todas las edades. Una frase del instructivo dice “el cáncer de estómago detectado a tiempo es curable”. Acuda a su médico ante la menor sospecha. Póngale atención a los signos que su sabio cuerpo le transmite.
Manuel Antonio Campos Guevara
Cartago
Cambio de billete
Fui al Palí de Rohrmoser, contiguo a Cemaco, a hacer algunas compras. Luego de pagar y estando la caja abierta le pedí al cajero que por favor me cambiara un billete de ¢5.000 en billetes menores para tomar un taxi. El muchacho me indicó que buscara al gerente pues no tenía permiso de hacerlo; extrañada, lo hice y el gerente me indicó que él no podía autorizarlo y que yo tenía que ir a la oficina a buscar al tesorero ¡para que este lo aprobara y supervisar la transacción! ¿Qué es esta ridiculez por un billete de ¢5.000? También, más de una vez he tenido que ir con un empleado a los estantes para exigir que respeten el precio que ellos indican de algún artículo, ya que en la caja cobran otro precio, por supuesto mayor.
Yamilette Gutiérrez C.
San José