Urge competir mejor
Foro nacional sobre estrategia
Las noticias sobre el cierre de empresas por causa de la disminución de estímulos y trabas burocráticas son un signo de alerta que definitivamente va a impactar en la sociedad costarricense de distintas formas.
Otros países de la región han equiparado o han superado las ventajas que tuvimos en el pasado, en tanto las oportunidades se desperdician, diluidas en la maraña burocrática que han tolerado varias administraciones.
Puede ser que en el campo de la tecnología de punta todavía existan diferencias a nuestro favor, pero debemos comprender que existen amplios sectores sociales cuya fuente de ingresos proviene de oficios no especializados, y estos ciudadanos merecen ser considerados por su especial vulnerabilidad.
Parece ser urgente un foro nacional sobre estrategias de competitividad, en el cual participen todos los sectores, con el firme propósito de encontrar soluciones prácticas y sostenibles que ayuden a los sectores productores a fortalecerse y crecer, y así brindarles el empuje necesario para el bienestar de nuestra sociedad.
Robinson Rodríguez Herrera
San Pedro de Montes de Oca
Celular quebrado
Compré un estuche para mi celular en el quiosco de TelCel ubicado en el centro comercial Paseo de las Flores, y una vendedora, al tratar de colocarlo, le quebró la pantalla a mi teléfono. La dueña del local rechaza toda responsabilidad y en la Oficina del Consumidor me indicaron que la ley no protege al usuario en situaciones como esta. ¿Qué otra opción tengo?
Lorena María Achoy Mora
Heredia
Nuevos impuestos
Para mitigar el déficit fiscal, el Gobierno se apresta a mandar a la Asamblea un proyecto de ley para aumentar el impuesto de ventas del 13 al 15% y extenderlo a los servicios. La cuerda siempre se rompe por lo más delgado. Así, el pueblo pagará las consecuencias de los salarios exorbitantes de los empleados de la banca estatal, de las abusivas convenciones colectivas, de los miles de empleados que sobran en las empresas del Estado, de las pensiones de lujo que ni en un país rico siquiera sueñan, de las indemnizaciones por cesantía, por pensión y por renuncia que alcanza a 20 salarios, de los fiascos como los de la carretera a San Ramón, la trocha fronteriza y la refinería china.
Simplemente, no lo permitamos: cuando el Gobierno adopte las iniciativas legales para detener los abusos y el despilfarro, entonces la Asamblea podrá aprobar nuevos impuestos. Y ya es hora de que el Estado hipertrofiado reduzca su tamaño.
Leonardo Morales Castro
Santa Ana
“Deuda” de ¢43,70
En el 2003, quise comprar dos aires acondicionados para mi oficina. El vendedor me indicó que tenían una alianza con Citi y que si obtenía una tarjeta de ese banco me aplicarían un 20% de descuento.
Acepté el trato, obtuve la tarjeta y compré el equipo. El pago se hizo inmediatamente y guardé la tarjeta.
A los tres años, recibí una llamada del banco para ver si quería renovar la tarjeta. Les dije que no me interesaba, porque no la utilizaba, por lo que les solicité anularla, y así se procedió. Mi sorpresa fue cuando en el 2014 traté de efectuar un trámite en Claro y me dijeron que aparecía en la Sugef como deudor del banco Citi. Inmediatamente, fui a dicho banco para aclarar la situación.
Me indicaron que debía $0,08, o sea, ¢43,70. Sí ¡¢43.70! Pagué deuda y me dijeron que en ocho días estaría todo en orden.
Han pasado ocho meses y sigo apareciendo en la Sugef como deudor.
Kuroosh Barinju Mahjub
Alajuela
Aumento en tarifas
En este mes, la Municipalidad de Cartago aumentó arbitrariamente los servicios municipales, especialmente los de limpieza de calles y la basura residencial, sin ninguna consulta popular.
Además, creo que dichos servicios son pésimos. Quisiera saber si la Aresep supervisa los aumentos municipales.
Gerardo Navarro Moya
Cartago
Ruido de tambores
Desde el año pasado se oyen en nuestro barrio, situado 300 metro al sur de Plaza del Sol, en Curridabat, tambores y otros instrumentos propios de una banda colegial o similar. Esto ocurre todos los sábados, sin faltar uno, en horas de la tarde y hasta entrada la noche, en muchos casos. Si bien había parado en febrero de este año, ahora empezaron de nuevo.
Es una tortura. No hay forma de tener paz y armonía, ni se puede descansar oyendo constantemente el ruido disonante. He llamado a la Policía varios sábados, pero nunca se apersonan en mi residencia para constatar la queja. Por fin, el sábado 21, llegaron a mi casa, pero me dijeron que no podían hacer nada porque es jurisdicción de San Pedro de Montes de Oca y que iban a coordinar, pero el ruido siguió.
¿A quién debo recurrir para que dé una respuesta rápida y adecuada?
Rolando Procúpez Schtirbu
Curridabat