Modelo agotado
Salud en la CCSS
El modelo de medicina socializada de nuestro país ha demostrado estar agotado desde hace mucho, pero la politiquería y la demagogia descarada siguen tapando el sol con un dedo.
Los asegurados reciben –en promedio– un pésimo servicio, sin posibilidad de cambiar de proveedor, el cual es impuesto por un mecanismo obsoleto y que fomenta la mediocridad. Con frecuencia, el costarricense termina pagando dos veces por su salud: primero, a los servicios de salud obligatorios (CCSS/INS), y, cuando no ve satisfechas sus necesidades, va a la medicina privada.
La competencia es sana, estimula la mejora continua, la innovación y la calidad. Esto es cierto en cualquier industria: educación, hotelería, comercio y también la médica. La seguridad social global y solidaria debe continuar y ser obligatoria, pero la CCSS y el INS deben comprar servicios de salud, no ofrecerlos, para que así los oferentes compitan con excelencia en el servicio. No hacerlo ha creado un sistema mediocre, donde el paciente es menos que un número sin importancia, y donde la calidad no importa.
¿Cuándo entenderemos que –precisamente por la naturaleza humana– los modelos socialistas suelen sonar bien en el papel, pero son un error en la práctica?
Eduardo Arturo Huertas Arias
San José
Niños diabéticos ciegos
Desde hace mucho tiempo, todos los fines de semana, en el supermercado Periféricos de San Antonio de Desamparados, una señora pide dinero con un rótulo que dice que es para ayudar a niños diabéticos ciegos. Es de suponer que tiene permiso de la administración de ese lugar.
A simple vista, parece que todo está correcto. El problema es que no existen niños diabéticos ciegos, ya que si se adquiere esta enfermedad en la niñez o la adolescencia, pasarán muchos años, sobre todo si el diabético no se cuida, para que adquiera una retinopatía diabética, lo que aparentemente ocurre de un 5% a un 7%. La CCSS suple a todos los diabéticos de insulina, agujas, jeringas y tiras para la medición del azúcar, por lo que la pregunta sería a dónde va a parar ese dinero.
Jorge Acuña Calvo
San Francisco de Dos Ríos
Entrega con retraso
El 13 de febrero hice un pedido a Gio Pizza para que me entregaran la comida dos días después en Alajuelita y al mediodía. Nos pusimos de acuerdo en todo, pero, al final, las pizzas llegaron cuatro horas y media más tarde, en un lugar que no pactamos y el producto estaba frío.
Sharon Córdoba Ortiz
Alajuelita
Contra el préstamo chino
El país no debe arriesgarse con el préstamo chino para la ampliación de la carretera a Limón mientras las condiciones no estén debidamente estudiadas y cuantificadas.
En este momento, ni en el MOPT saben cuánto va acostar la obra y en las expropiaciones y reubicación de los servicios públicos se calcula que se tardará de tres a cuatro años, lo que daría pie a los chinos para una renegociación del crédito. Nadie en su sano juicio entrega un cheque en blanco en un crédito de esta envergadura.
Homero Escorcia López
Pavas
Evaluar al educador
Nací en Costa Rica y soy una educadora pensionada en los Estados Unidos. Mi educación incluye títulos de tres universidades de dicho país, y también de la universidad de Salamanca, en España.
Yo estoy de acuerdo con la evaluación de los educadores, pues su finalidad es identificar las áreas en las que requieren reforzar su conocimiento y darles los recursos necesarios para ayudarlos en su arduo trabajo.
En Estados Unidos, para obtener una licencia de educador se deben aprobar dos exámenes: uno de conocimientos generales y otro para demostrar el conocimiento que se tiene sobre la materia que va a enseñar, porque como bien lo expresa el presidente, don Luis Guillermo Solís ( La Nación , 20/2/2015), “mo puede enseñar bien quien no sabe lo que enseña”.
Sin estas evaluaciones Costa Rica no podrá competir en una economía global. La educación se vendrá abajo y caerá en lo mediocre.
Sonia Rivera Araya de Burns
León Cortés
¿Mano de obra calificada?
El desempleo en Costa Rica asusta, es alarmante, va en subida y nada lo detiene. Muchas empresas han cerrado y se han llevado sus actividades a otros lugares, denunciando que en otros países disfrutan de menos impuestos y menos cargas sociales, además de que la mano de obra es más barata.
A este respecto, yo pregunto: ¿de que nos sirve tener mano de obra de primer orden, si nuestros obreros están muertos de hambre porque no consiguen trabajo? El desempleo contribuye a la inseguridad social, porque el que no tiene trabajo para comer, asalta y roba.
¿No será posible que el actual gobierno abra los ojos a esta realidad?
Johnny Díaz Pérez
Cartago