Yanancy Noguera
Según la más reciente encuesta de Unimer para La Nación , el 62% de los costarricenses valora positivamente el desempeño de Acueductos y Alcantarillados (AyA). En el 2010 esa valoración la daba el 68% de la gente.
Pese a la caída, AyA es la institución pública mejor evaluada en desempeño después de la Defensoría de los Habitantes. El 57% confían en AyA, y solo es superada entre entidades públicas por la Defensoría y las universidades del Estado. Sin embargo, AyA hipoteca su confianza. No solo pierde AyA, sigue perdiendo la institucionalidad del país en un campo fundamental: la calidad de vida y la salud.
En el 2007, por citar un antecedente, solo ejecutó una cuarta parte de su presupuesto de inversiones. La periodista Mercedes Agüero preguntaba en ese momento a su presidente Ricardo Sancho: ¿Presupuestan y no gastan? La respuesta fue: “Sí, hay que subejecutarlo o mandarlo a superávit. El año pasado habían inversiones programadas por $35 millones y solo se ejecutaron como $8 millones”.
Hoy, el periodista Alberto Barrantes informa cómo a abril último solo se había ejecutado un 40% del presupuesto de inversiones. AyA mantiene sin gastar, teniendo proyectos para hacerlo, ¢23.000 millones.
Este es un problema de gestión administrativa. Sancho se refería en el pasado a la complejidad de los procesos de licitación para obras y debilidad interna para cumplir con este trabajo. ¿Qué ha cambiado? Pareciera que muy poco, pero la institución ha encontrado cómodo financiar su operación regular mediante alzas de tarifas y, más cómodo aún, justificar las solicitudes de aumento en un interés de no poner en riesgo la operación de sus inversiones.
Sin embargo, uno de los jerarcas de AyA señala en nuestra información de hoy, ¡que no se trata de ineficiencia!
La presidenta de AyA, Yessenia Calderón, no quiso referirse a este tema pese a que se solicitó una entrevista que, entre otros propósitos, pretendía una explicación por la incapacidad señalada por la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos, la cual le negó un nuevo aumento considerando el dinero sin ejecutar.
Calderón refirió a lo que dijo el jueves respecto al rechazo del alza. Dijo estar consciente del superávit, sin embargo, más explicaciones son requeridas. No se trata solo de la gestión de corto plazo de AyA. Se trata también de la confianza en la institución.