Cuando hay sed de venganza, ningún esfuerzo por tomar la justicia en las propias manos parece excesivo. Sin embargo, los deseos de venganza son finitos y un día se apagan.
Cuando hay sed de venganza, ningún esfuerzo por tomar la justicia en las propias manos parece excesivo. Sin embargo, los deseos de venganza son finitos y un día se apagan.
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