La elección de Miss Costa Rica es un tema que, usualmente, se agota casi que al día siguiente de la coronación. Sin embargo, ya han pasado dos semanas de la gala del 2013 y aquí seguimos hablando del concurso, aunque no por las razones que los organizadores quisieran.
Fabiana Granados es la nueva reina del certamen cumbre de belleza tica, eso no tiene quite, y efectivamente la guanacasteca es bien guapa y tiene el porte requerido por Donald Trump para ser parte de Miss Universo.
La polémica vino por su pobre desempeño en las dos rondas de preguntas, posiblemente a causa de los nervios propios de improvisar en vivo, ante todo el país, sobre un tema trivial. Fabiana fue de las peores ante el micrófono, se cantinfleó, no dijo nada con sentido y aún así fue la triunfadora... ya solo eso justifica las críticas contra los jueces.
Desde luego que el proceso detrás del concurso viene desde tiempo atrás y los jurados tienen la posibilidad de conocer a las muchachas más a fondo, tanto como para saber si una mala respuesta es la excepción y no la regla. Sin embargo, de eso quienes seguimos el concurso por tele no sabemos nada y nuestras impresiones se forman solo a partir de la transmisión.
Por su naturaleza de programa en vivo, el segmento de preguntas siempre pone en aprietos a las concursantes, aunque bien sabido es que al final no gana la que respondió mejor, sino la más linda. Miss Costa Rica es un concurso de belleza física y resulta risible que los organizadores traten de ocultar eso detrás de un desacertado y muy criticado concepto de "mujer completa".
El innegable mal desempeño de la hoy reina no solo fue criticado por el público, sino incluso por algunas de sus excompañeras de certamen. Claudia Gallo y Alba Rodríguez señalaron públicamente el favoritismo de parte de Teletica –organizadora del certamen– para con Fabiana, aunque como es típico de las misses lo hicieron después de la entrega de la corona y cuando nada queda por hacerse, dando la impresión de que lo suyo es más de un berrinche que de una denuncia que deba tomarse en serio.
Sin embargo, más alarmante que el pataleo de las participantes fue la respuesta de Gabriela Alfaro, gerente de imagen de Canal 7, quien dijo que por hablar “en caliente”, las muchachas “se cierran puertas” (¿la del Teletica?). Como bien señaló Julio Córdoba, en su blog Ciencia Ficción , “quien sea incómodo se cierra la puerta por fuera. Así de elegante. Y el mensaje enviado para estas mujeres se puede resumir en ‘calladitas más bonitas’... caso contrario no les harán el casting para ser presentadoras”.
Todos estos pleitos y cuestionamientos entre concursantes se vieron también favorecidos por el giro que ha dado la producción, más preocupada ahora por incluir tantos patrocinadores como sea posible, colmando la transmisión de segmentos comerciales (apegándose al modelo 7 Estrellas ), y desapareciendo aquellos espacios que antes mostraban a las concursantes en otros contextos menos estresantes .
Así, atrás quedaron los años en que el público tenía una amplia ventana a la vida “normal” de las aspirantes, por medio de cápsulas de semblanza. Ahora las jóvenes existen en la medida en que usen o desplieguen el maquillaje, el champú, el peinado y los zapatos que pagan la fiesta (nada que envidiarle en integración de anunciantes a La pensión ) .
Este año las marcas fueron las actrices principales de Miss Costa Rica, mientras que las concursantes se quedaron con los papeles de reparto.