Llegaron a su final las mal llamadas “Fiestas Populares” y con ellas las cornadas y revolcones o corridas de toros, una especie de Circo Romano que de cultura no tiene nada. “Un negocito” muy lucrativo para unos pocos, los dueños de los animales, dos televisoras y la Municipalidad de San José. Esta última, irónicamente “morosa” con el Hospicio de Huérfanos desde el 2005, con la bicoca suma de 1.200 millones de colones por concepto de la ley pro ayuda al Hospicio que dicta que el Ayuntamiento, debe destinar el 50 por ciento de los dividendos netos de los festejos a dicha institución. Ante la dolorosa situación que están pasando tantos niños, la alcaldesa, en pocas palabras, evadió el pago, pues dijo a La Nación que la Municipalidad no considera las corridas de toros como parte de las fiestas de fin de año.