Como los personajes de The Big Bang Theory , Tim Shaw es “un cerebrito”; sin embargo, a diferencia de ellos, tiene carisma y habilidades sociales.
Por eso se siente cómodo delante de las cámaras, sale de los laboratorios y se tira a la calle para enseñar lo apasionante de la ciencia..., y lo divertidas que pueden ser sus rutas.
No tan obvio es el programa que desafía el sentido común y ofrece interesantes y divertidas respuestas a problemas y situaciones de la vida cotidiana.
Como bien lo saben los seguidores de The Big Bang Theory, la ciencia, la física y la ingeniería pueden ser divertidas; con la “ligera” diferencia de que No tan obvio no es un sitcom, pero los participantes y los televidentes la pasan de lo mejor.
Shaw se divierte también cuando ve las caras boquiabiertas de sus víctimas, cuando les pone los conocimientos de cabeza. Son pruebas que someten al espectador más descreído.
Confeso devoto de la ciencia, el presentador se realiza cuando explica fenómenos y hechos de forma sencilla para el gran público.
Si de camino hace explotar un par de cosas, pues mejor.
En el arranque de esta segunda temporada –se compone de 12 episodios de media hora cada uno–, Shaw, quien es ingeniero en los ratos libres que le deja el programa, hace “ciencia callejera” en Las Vegas.
“(Ahí) construye cohetes a partir de extinguidores de incendios y averigua qué pasa cuando una persona es envasada al vacío.
“Luego, pone a prueba un huevo duro y se despide de la ciudad con una gigantesca e impresionante explosión”, indica la nota de prensa.
En el segundo capítulo –que se estrenará inmediatamente– Shaw demostrará cómo se puede detener una a bala de Magnum que viaja a 1.600 kilómetros por hora y una bola de fuego con un extinguidor, aunque usted no lo crea (diría Ripley).