En la medida que el precio del oro se cotiza en niveles récord, se ha puesto en marcha una moderna fiebre del oro que no hace más que repetir las proezas –a veces, un poco suicidas– de sus antecesores en siglos pasados.
De esto va la trama de la nueva temporada de Oro en la frontera , reality de NatGeo que sigue las andanzas de estos valientes y recios buscadores de oro del Yukon, quienes intentan, en andanzas de intensos cuatro meses, conseguir por fin el ansiado tesoro que les resuelva la vida (económicamente hablando) para siempre.
Como queda en evidencia al ver algunos capítulos de la emisión anterior, estos intrépidos hombres saben que van el todo por el todo y se nota que su motor es el irresistible atractivo de arriesgarse al máximo porque, si la pegan, lo harán de jonrón.
Eso sí, ellos deben ir preparados para soportar las peores inclemencias del clima, los más severos contratiempos y hasta reveses que pueden poner en riesgo sus vidas.
Pasar sin comer o con un intenso racionamiento de alimentos tras perder las provisiones en una cascada, por ejemplo, los puede desenfocar de su misión principal y reorientar ahora su prioridad: sobrevivir.
Sin embargo, tan pronto como resuelven su permanencia en este mundo, ellos vuelven a la carga, más empecinados que nunca.
Las luchas contra las averías mecánicas de sus máquinas y pasar 18 horas consecutivas, ya sea bajo el intenso sol o con temperaturas nocturnas bajo cero, parecen ser apenas tolerables para cualquier ser humano.
Pero no para ellos, quienes a pesar de tenebrosas experiencias, vuelven año con año en busca de una nueva oportunidad para apostar y ganarlo todo.