La 69.° entrega de los premios Emmy será recordada por varios motivos, algunos más memorables que otros.
La labor del anfitrión, Stephen Colbert; el dominio de Saturday Night Live (SNL) , que se llevó seis premios tras años de derrotas; pero, sobre todo, por su tono político y de abierta rebeldía contra las voces represivas que parecen haber resurgido en Estados Unidos desde la elección de su actual presidente, Donald Trump.
Con bromas, indirectas o señalamientos concretos, el mundo de la televisión no dudo en hacerle saber a Trump su repudio, algo que se evidenció incluso en la repartición de las estatuillas.
"Debería decir, por fin, señor Presidente, aquí está su Emmy”, dijo el actor Alec Baldwin al subir al escenario para aceptar el Emmy a mejor actor de reparto en una serie de comedia, por su representación del propio Trump en SNL.
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El programa de chistes y variedades de NBC tuvo una noche inmensa, en buena medida gracias a su humor negro y crítico en torno al tumultuoso clima político que se vive en Estados Unidos.
Kate McKinnon ganó otro Emmy para SNL por su representación de Hillary Clinton, y el propio show se dejó la categoría de mejor programa de variedades.
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Al aceptar dicho premio, Lorne Michaels, el longevo productor ejecutivo de la serie, dijo que tras la primera temporada de SNL estuvo seguro de que nunca viviría nada más agotador, aterrador y emocionante. Casi 50 años más tarde, con un Emmy en sus manos y visiblemente emocionado, Michaels se corrigió: “Me equivocaba”.
Ganadores
Big Little Lies fue una de las grandes ganadoras de la noche.
La miniserie producida por HBO arrasó en varias de sus 16 nominaciones, en cuenta el galardón de mejor actriz para Nicole Kidman, mejor actriz de reparto para Laura Dern, mejor actor de reparto para Alexander Skarsgard, dirección para Jean-Marc Vallée y, como indicaban todas las señales, el premio para mejor miniserie.
Pese a los triunfos de SNL y Big Little Lies , lo cierto es que los premios estuvieron repartidos. Game of Thrones no estuvo nominado –su sétima temporada se estrenó demasiado tarde– y eso abrió la puerta para nuevas opciones. Series que generaron expectativas altas, como Westworld , de HBO, y Stranger Things , de Netflix, se fueron en blanco.
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Lena Waithe, de Master of none, protagonizó uno de los discursos más celebrados de la noche, al subrayar no solo la importancia de contar con representación de minorías raciales en los premios, sino minorías sexuales como ella misma.
Sterling Brown, de This is us, sin embargo, vivió un momento desagradable cuando, mientras aceptaba su Emmy como mejor actor en un drama, apenas el cuarto actor negro en recibirlo, la producción hizo sonar la música para concluir su discurso, dándole mucho menos tiempo que a otros actores y actrices.
Los momentos cumbre de la noche, eso sí, estuvieron reservados para The Handmaid's Tale , serie producida por Hulu, que se dejó el premio a mejor actriz en una serie dramática para Elisabeth Moss, mejor dirección en una serie dramática, y el premio más esperado de la noche: el de mejor serie dramática.