A las 11 a.m. de este lunes decenas de amigos y familiares del narrador deportivo Mario McGregor se reunieron para darle el último adiós en una sentida ceremonia que se llevó a cabo en el Camposanto La Piedad en Desamparados.
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La ceremonia religiosa se inició a las 11 a. m. Además de los familiares, la despedida del narrador congregó a personalidades del medio deportivo y la prensa costarricense, entre ellos el exjefe de McGregor Eduardo Solano; el director de Noticias Columbia, Nilsen Buján; el comentarista Yashín Quesada y el empresario Juan Carlos Campos.
Ellos, junto con el resto de asistentes, escucharon atentamente la homilía que ofreció el sacerdote Melvin Méndez Barrantes en honor a McGregor, en la que habló de su carrera profesional y de la nueva vida que emprendió McGregor desde el viernes, cuando falleció.
"Sabemos que don Mario lo que hizo fue cambiar de vida. Don Mario no murió, comenzó una vida nueva; esta vida es hermosa porque desde que inicia comienza diferente. Cuando venimos a este mundo lo primero que hacemos es llorar, pero cuando llegamos a la presencia del Señor no hay lágrimas, porque allá no hay ni muerte ni penas, ni duelos. Él está disfrutando ahora de la vida plena: la vida del Señor", dijo el sacerdote durante la homilía.
"Para nadie es un secreto la vida de él aquí cantando esos goles con todas las emociones y toda la fuerza. Seguramente en el cielo se encargará de los partidos entre los ángeles y los santos porque el cielo es una fiesta constante y don Mario ya está en esa fiesta y nos está esperando. Sigamos celebrando esta eucaristía, metámosle un gol a la tristeza porque él está mejor ahora", añadió Méndez.
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Minutos antes de que acabaran los oficios religiosos familiares y amigos de McGregor ofrecieron palabras de agradecimiento a quienes los acompañaron durante estos momentos. También recordaron algunos momentos en la carrera de McGregor.
Epa McGregor, hermana del narrador de fútbol, consideró que la partida de Mario "los deja con el reto de que alguien más supere su estilo, picardía, y manera de cómo nos trasladaba a las canchas. Se pitó para Mario, terminó la primera parte de la vida de Mario. La segunda la viviremos nosotros con Jesús y con Mario para siempre en la eternidad", dijo.
Uno de los hijos de la exfigura de Radio Columbia, Mario McGregor, prometió que el apellido de su padre se mantendría por siempre en la mente de la gente. Dijo que la muerte de su papá significa una oportunidad para él para cumplir su sueño como narrador deportivo.
"La puerta de papá se cerró para abrir la mía. Este país nunca olvidará el nombre de Mario McGregor ni el apellido McGregor", refirió su hijo.
El exjefe del comentarista deportivo, Eduardo Solano, destacó que la pasión de Mario era su principal virtud y dijo que "sus recuerdos y legado permanecerán en el grupo".
"Mario tenía una pasión que contagiaba al que estaba a la par, la pasión que él sentía por lo que hacía trascendía. La voz de Mario en Columbia nunca se va a apagar porque nace una leyenda que se llama Mario McGregor", mencionó.
Otro que dedicó palabras en honor a Mario fue el periodista Javier Rojas, quien mediante una grabación de audio dijo: "Que Dios les dé fortaleza porque se va uno de los grandes narradores de este país. Columbia pierde a una figura estelar dentro de su grupo familiar".
La ceremonia religiosa, incluídas las palabras de familiares y amigos, tardó cerca de hora y 20 minutos. Posterior a ello se procedió a la sepultura del cuerpo de Mario. Los familiares pidieron a la prensa no grabar ni tomar fotografías del momento.
McGregor falleció a los 59 años el pasado viernes 13 de enero de un paro cardiorrespiratorio. Su cuerpo se veló en la Funeraria del Camposanto La Piedad en Desamparados.