Refulgente... Menguados... Nervudo... Inicuo... Esbirros... Grey... Abyección... Inicua... Tul... Pendón...
El pasado 14 de setiembre, mientras dejaba que la memoria me condujera en automático por la letra del Himno Patriótico del 15 de Setiembre , volvió a mí el mismo pensamiento que me asalta año con año cuando escucho la característica introducción de ese canto patrio: “Este himno está cargado de palabras de domingo”.
La banda de la escuela de mis hijas seguía corriendo por las notas que todos aprendimos a respetar desde niños y yo, en posición de firme y con mi voz unida a la del resto de la asamblea, me esforzaba por precisar la última vez que usé la palabra “nervudo” en una oración. La respuesta no tomó mucho en llegar, pues fue el 14 de setiembre del año anterior.
La letra de himno con el que celebramos la Independencia siempre me ha fascinado, justo por el abundante uso que hizo su autor –el maestro español Juan Fernández Ferráz– de palabras que si bien están en correcto castellano, no forman parte del vocabulario regular que manejamos los costarricenses de hoy.
Haga usted el ejercicio y trate de incorporar términos como “tul”, “pendón”, “inicuo” y (mi favorito) “nervudo” en sus comunicaciones diarias, ordinarias. No es sencillo.
Los himnos enseñan. Son cantos que responden a otros momentos históricos, que reflejan la sociedad que fuimos y que nos recordarán por siempre cómo hablábamos y pensábamos.
Cuando estaba en sétimo del colegio, la profesora de francés, con toda naturalidad, nos enseñó La Marsellesa . A estas alturas no puedo repetir ni una de aquellas palabras de memoria pero sí entiendo por qué a más de un francés se le escapa una lágrima cuando aquel canto (su canto) está en el aire.
Manuel Cruz fue el único nicaragüense a quien tuve como compañero en la escuela. Esta semana pensé en él por primera vez en años, justo cuando repasé la hermosa letra del Himno de Nicaragua. No sé nada de Manuel, pero tiendo a creer que de chiquillo habría apreciado que el resto de la clase cantara, con él y para él, el canto patrio de la tierra que lo vio nacer.
El himno nica habla de trabajo, de honor, de paz. ¿Qué de malo tiene que nuestros hijos escuchen algo así en la escuela? La música es una herramienta potente y bella para tender puentes, para expandir horizontes, para generar cultura, para abrir mentes.
“Pendón”, una de las palabras de domingo incluidas en el Himno Patriótico del 15 de Setiembre también forma parte del Himno de Nicaragua. Téngalo presente el próximo 14 de setiembre, cuando el automático de la memoria se deslice por aquella página de Lo que se canta en Costa Rica que todos nos aprendimos de chiquillos, justo cuando “xenofobia” era una palabra tan desconocida como “nervudo”.