El 6 de setiembre, Tía Florita cumplirá 38 años en la pantalla chica. Aunque su nombre siempre se relaciona con deliciosos platillos y postres, hay un sinsabor que rodea su vida, y es la relación que tiene con su nuera Viviana Muñoz, conductora del espacio de canal 7
Flora Sobrado de Echandi, su nombre completo, nos atendió en San Pedro, donde una amplia y decorada sala, con grandes muebles blancos y negros, van a la perfección con el detallado y lujoso cielorraso.
Ahí tiene muchas fotos y una llama la atención. En una repisa, la de su hijo Carlos cuando se casó, precisamente con Viviana, la misma con la que tuvo un conflicto. Este provocó su salida de canal 7, donde tenía 26 años de presentar
Es clara en que no habla de su nuera y que tampoco quiere hacerlo sobre la diverticulitis que sufrió en noviembre, cuando terminó en cirugía. “Fue como ir al dentista”, dice.
Sin embargo, al final de nuestra entrevista, hubo respuestas sobre esos dos temas; eso sí, caracterizadas por cierto hermetismo.
A sus 84 años, recuerda cuando, a los 18 de edad, y ya casada, casi no sabía cocinar.
Se atrevió. Comenzó con gelatinas y flanes. No les quedaron nada bien. Aquello se transformó en una pasión, que tuvo como sazón el deseo de complementar la alegría que representaba para su marido tener invitados en la casa.
A continuación, un extracto de la charla, que tuvo como escenario su sala comedor, que fue testigo de un repaso a su extensa carrera.
Lo resumo como el clímax de mi trayectoria gastronómica con muchas distinciones.
Como siempre. Somos una familia unida y feliz.
Tan exitoso como el 2011.
Me siento muy orgullosa de manejar esos dos proyectos, por lo que sí, está en mis planes continuarlos.
Desde el año pasado, está en mis planes la creación de un nuevo libro que me lo han solicitado mucho mis amigos, llamado
Mis casi 38 años ininterrumpidos en la televisión nacional me han dejado mucha satisfacción y orgullo, dado que recibí, como única costarricense, dos premios internacionales en París en el 2010, además de mantener mi programa
No es cierto. En las grabaciones existen cortes donde las pruebo para rectificarlas. En televisión no es elegante masticar ni arriesgarme a hablar con trozos de comida en mi boca. Soy muy vanidosa.
Los postres son un premio al paladar. Existen tantos y tan exquisitas variedades, por lo que siento que es la culminación para cerrar un conjunto de diferentes sabores.
Cumplirse un sueño para ambas, Olga Cozza de Picado, mi especial amiga y yo, de planear mi regreso a canal 7 algún día.
Muchísima emoción y felicidad de volver a mi casa después de haber estado 26 años en canal 7 y retirarme por motivos ajenos al canal, donde existieron ratos conflictivos con alguien muy cercano.
Me casé a los 18 años y sabía cocinar un poquito, no mucho. Tenía que experimentar. Las primeras recetas fueron muy sencillas, como gelatinas y flanes. Fui cogiendo experiencia y guardando las recetas.
Un poquito mal. Esa fue mi insistencia de gustarme la cocina y seguí experimentando con más recetas. Eso se convirtió en una pasión.
Eso ya fue más grande, ya casada con mi marido Max Echandi. Él era una persona muy sociable y le gustaba tener muchos invitados en la casa. Con lo que más lo podía premiar era con las paellas. Sabía que lo conquistaba cocinando eso.
¿Preferido?... Tal vez no. El número 12 es muy completo, con 60 recetas internacionales. El primero tiene historia, pues lo hice en tres meses con las recetas más prácticas para el ama de casa. Gustó tanto que ya tiene 29 ediciones.
Estoy más acostumbrada a la televisión. Los libros de cocina me tiene un poco desilusionada, porque lo que más le gusta a la gente son las ilustraciones y no estudian las recetas. Si se saca un libro con buenas ilustraciones, pero recetas mediocres, la gente lo acepta. Eso no lo entiendo. Prefiero mis libros que tienen pocas ilustraciones y recetas muy buenas.
Tener dos programas de cocina amerita su tiempo, tengo que sacar mi rato para estudiar mi receta y practicarla. Nunca he lanzado una receta en un programa de TV que no haya experimentado. Trabajo mucho, pero no en la cocina de mi casa, donde por dicha tengo muy buen servicio.
Las dos, porque creo que la persona que no es perfeccionista no tiene éxito. Se debe ser constante y perseverante.
Sí las acepto. Si a las personas les molesta algo, tienen que ponerse o quitárselo.
Eso es un secreto (se carcajea).
Toda la humanidad debe tener un día que se enferma. Que estuviera una vez en la clínica y que se hubiera hecho tal publicidad, pero fue algo pasajero. Eso sirvió para agradecer a esa gente que en millones de formas se acercaron para mostrarme su cariño y respaldo. No fue nada, a los 10 días estaba grabando.
Uno tiene la edad que representa. También debe saber envejecer con elegancia. Si me siento bien, podría decir que tengo 90 años y eso no me afecta en nada. Lo que sí tiene obligación la persona al envejecer es ser vanidosa, porque no se tiene que enseñar a la gente joven que sos fea o descuidada. Por eso, quizá no pierdo la conexión con la gente joven. Tenemos que estar contentos y satisfechos con la edad.
De Viviana nunca hablo; no me interesa. Después, si vas a un dentista no tienes por qué publicarlo, si eso fue como ir al dentista. Por eso te digo que la que puso la noticia de ir donde el dentista fue Viviana, que pidió oraciones, y no tiene por qué meterse en mi vida si no tengo ninguna conexión con ella. Entonces, ¿cada vez que tengo algún resfrío, tiene que saberlo ella y ponerlo en la prensa? Sé por qué lo hace y sé que no es porque me quiere.
Precisamente por lo que salí de canal 7. En esas cosas soy muy elegante, nunca, en los 5 años que tenemos separadas, he salido a un periódico a decir qué fue lo que pasó.
Me molesta, porque a ella la tengo envuelta en la capa invisible, no existe en mi vida.
Pero es mi hijo... es diferente.