Videojuegos: ‘Mario Kart’ y el acelerar, chocar, ganar y repetir

La vida comenzó a cambiar el 27 de agosto de 1992. Fue ese día cuando salió a la luz, por primera vez, Super Mario Kart , la primera entrega de una de las sagas de videojuegos de carreras más legendarias de todos los tiempos.

El concepto era tan simple como mágico: los personajes de los universos de Nintendo compiten en carreras con vehículos. Mario contra Luigi contra Donkey Kong contra Kirby.

Sobre ese concepto de por sí maravilloso, Nintendo construyó algo trascendental.

Ya fuera los distintos escenarios de las pistas –siempre inspirados en niveles de alguno de sus juegos– o la increíble posibilidad de arrojar toda suerte de objetos a los contrincantes, sin importar que estos estuviera a segundos de ganar la carrera –lo que, a la vez, hizo a Nintendo responsable de destruir miles de amistades alrededor del mundo–.

Tan exitosa fue la fórmula de aquella primera entrega que, 25 años y nueve juegos después, sigue siendo adictiva, con apenas algunas diferencias al juego original.

Mario Kart 8 Deluxe es el más reciente capítulo en la saga de Mario Kart . Podría sonar descabellado decir que un juego publicado en el 2017 se asemeja a otro que salió al mercado un cuarto de siglo antes.

Pero lo cierto es que Deluxe no necesita ser diferente. Partamos del hecho de que ni siquiera se trata de un juego completamente diferente y nuevo, sino una versión mejorada de Mario Kart 8 , publicado hace tres años para el Wii U.

Deluxe representa el debut de Mario Kart en la nueva consola de Nintendo, el Switch. Además, incluye todo el contenido adicional del octavo juego, junto a algunas adiciones originales.

En total son 48 pistas y 42 personajes disponibles en esta edición, desde el momento en que el jugador inicia el juego por primera vez.

Como es natural en una nueva consola, se ve mucho mejor de lo que se vio Mario Kart 8 en el 2014.

También se agregaron o mejoraron algunos modos de juegos, particularmente el de batalla.

La experiencia en línea, eso sí, sigue siendo deficiente.

En cualquier caso, lo más importante es que la misma de fórmula de 1992 sigue intacta.