El domingo pasado, en la sección Zapping que se publica en la última página de Teleguía, el columnista Alessandro Solís Lerici publicó un ensayo sobre las razones que han convertido, solo porque sí, a algunas figuras conocidas en objeto de burla, chota, bullying y hasta el odio más visceral. Solís habló específicamente del caso de las basureadas gratuitas que se lleva la modelo Melissa Mora, un día sí y otro también, casi solo por el hecho de respirar.
“Está bien opinar, pero eso dista mucho de apalear, algo que nos permitimos hacer irracionalmente contra cierto tipo de personas”. Y se dirigió directamente a Melissa: “Lo siento por las miles de personas que durante las últimas semanas se aprovecharon de su nombre y todo lo que representa para ventear su desprecio por un mundo que no pueden cambiar. Dicen que tienen un problema con usted, pero no les crea: es con ellos mismos”. El texto completo está a disposición a un click en google, “Querida Melissa Mora”. Los argumentos sobre la absurda oda de odio que se teje en redes sociales cobardemente contra algunos personajes conocidos fueron tan monumentales que el artículo en cuestión fue todo un fenómeno de lectura.
Otro caso igual de cobarde y vil es el bullying gratuito que desde hace tiempo se le aplica en redes sociales a una leyenda de la televisión nacional, un mujerón de la talla de doña Inés Sánchez de Revuelta, a quien “talentos” anónimos usan como objetos de memes para burlarse de su edad.
Lo impresionante es que a menudo vemos como personas educadas, profesionales, reproducen con gran algarabía y ligereza los “chistes” a costa de doña Inés. ¿Pensarán acaso quienes incurren en estas conductas en cómo se sentirían si las “bulleadas” fueran sus madrecitas? Uno que le puso el cascabel al gato el otro día con este tema de doña Inés fue Leonardo Perucci, quien se mostró indignado y protestó con argumentos y rabia ante quienes se estaban “jamoneando” a doña Inés.
Como lo redondea Solís Lerici, lo que está pasando y debería de ser sujeto de revisión, al menos por parte de quienes creemos tener algún grado de responsabilidad civil o bien, cuando menos, algo de ética y empatía. “La pérdida de identidad y el magnetismo del colectivo enardecido conduce a vicios sociales (como en el caso de Melissa) en el que una efusiva masa se dio la licencia de machetear a una persona que, en esencia, no ha hecho nada que merezca tal desplante”.
En otro tema nada agradable tampoco... ¡qué tenebrosa experiencia la que tuvimos algunas Topillas que, de sapas, conseguimos acceso para conocer a Enrique Iglesias! A las 7:30 p.m. habíamos como 25 personas haciendo fila para entrar al backstage. Casi una hora después seguíamos ahí cansadas de esperar, pero ansiosas por ver al artista. De repente, un oficial de seguridad salió para decirnos que entraríamos de cinco en cinco para conocerlo y aprovechó el momento para advertirnos que “hiciéramos solo lo que Enrique quería”: “Si él les da un beso, ustedes se lo dan. Si él les da un abrazo, ustedes se lo dan. Si él les habla, ustedes le hablan. Si no lo hace, ni lo intenten”. Pero eso no es todo: nos prohibieron hasta pedirle autógrafos.
A pesar de ello los nervios seguían y la molestia no era tanta. Pero todo cambió cuando nos dijeron que solo nos iban a tomar una fotografía grupal y que solo teníamos cinco minutos para conocerlo. Al final ese tiempo se redujo a nada. El meet and greet se convirtió en: posen para la foto y VÁYANSE. Enrique nunca saludó a sus fans, no les preguntó cómo estaban, ni cómo se llaman, ni siquiera les agradeció por estar ahí. Salimos de ahí totalmente cosificadas. Tremenda y humillante lección.
Y como hemos venido siguiéndoles el pulso a los “casorios” y uniones más recientes de la caras conocidas, les contamos de uno que se nos había quedado en el tintero pero que aquí va. La reconocida periodista y expresentadora de Canal 7, Mishelle Mitchell, volvió hace poco tiempo a dar el “Sí, acepto”, pero esta vez al joven y guapo psicólogo Alex Grant, a quien regularmente vemos en Buen Día de Canal 7. Pues bueno, ya lo ven: Cupido sigue disparando a discreción pero, si tenemos que juzgarlo, debemos decir: ¡aquí la pegó bonito! Honestamente a este Topo le encanta esta pareja y a las pruebas nos remitimos: ella regia, guapa y con ese toque irreverente que algunos le conocemos y nos encanta; él, por su parte, elegante y mostrando los encantos y el por qué la comunicadora rapidito se lo dejó solito para ella.
Quizá muchos no sepan quién es y otros la recuerden de su infancia, cuando era la presentadora de un programa infantil en Canal 7 hace ya una década atrás. Hablamos de Priscilla Barrantes, una de las primeras modelos que tuvo este país cuando no era tan común denominarse así, y cuando había que tener características físicas, gracia y talento para serlo. De esta cepa vienen figurines como la Lynda Díaz y Glenda Peraza, entre otras pocas.
Priscilla fue una figura pública de gran relevancia en el medio nacional, nuevamente me remito a una época donde serlo era más difícil que autopublicarse fotos en redes sociales comiendo helados y haciendo de edecán en la pulpe de la esquina, sino que había que estar en los lugares de moda y ser seleccionada para salir en periódicos y revistas.
Para los chiquillos de hace 10 años que lean esto --que por cierto ya han de ser adolescentes y hasta estudiantes universitarios-- que recuerdan a Benancio el pato amarillo y fiel compañero de aventuras y copresentador de “Leche con galletas”, pueden enviarle sus saludos y seguirla a través de sus diferentes redes sociales.
La competencia de la competencia... nos remontamos tiempo atrás, cuando no existían los ahora famosos (y muy válidos, por cierto, no son excluyentes ) Formatos de Teletica sino que se le dedicaba tiempo y dinero a la producción nacional en programas como los Hijos del Sol , San Buenaventura y 7 Estrellas.
Este último, que fuera el programa estelar de los jueves a las ocho de la noche vio su competencia en un programa de chismes y notas sensacionalistas de la farándula nacional llamada, muy creativamente, Intrusos de la Farándula, que pocos años después logró la aceptación del televidente nacional y pasó a ser solo Intrusos.
Pues resulta que esta misma semana Canal 9 anuncia la competencia directa, sí léase bien: directa, de este programa y le guste a quien le guste, esto refuerza una vez más que es un hecho que la farándula nacional vende y que el público costarricense está interesado en saber qué hace la modelo Marcela Negrini, cuál es el nuevo novio de Ana Lucía Vega, cuál fue el lanzamiento al que asistió la Miss Costa Rica o quiénes fueron a la fiesta de la noche anterior y otras trivialidades que le alejen de la realidad de su día a día.
Por lo tanto, auguramos que dentro de pocos años el programa que está por nacer llegara a ser parte de la ya actual cultura pop costarricense y su gusto culposo por los famositicos.
Y hablando de memorias ¿recuerdan ustedes cuando 7 Estrellas presentaba las mejores fiestas, las figuras públicas de mayor relevancia y donde todo mundo quería salir en sus entrevistas? ¡Ah tiempos aquellos, tan buen pan que hacían! Y es que ahora aquello es casi un enlatado y se dedican a descargar de Internet noticias de celebridades internacionales, de allá por los “Joligud”... o a hacer entrevistas de una gran profundidad, lo que le quita ese aire de noticias del espectáculo nacional que algún día tuvo el programa que fuera referencia de la farándula, la avioneta set y de las fiestas ticas. He dicho.