El incidente protagonizado la semana pasada por la presentadora Jalé Berahimi (y que de rebote salpicó a la Miss C.R. 2014 y hoy empresaria, Karina Ramos) merece especial atención. Nos referimos al video de Snapchat en el que Jalé llamó a un compañero “autista”, en un intento de broma peyorativa que le salió como un trasero.
Ramos le rio la gracia y, en la recta final hacia el debut de ambas en la tercera temporada de Dancing with the Stars , ardió Troya y el tema no solo fue trending topic en redes sociales, sino que fue parte de la agenda de noticias importantes por cuenta de la protesta de padres y familiares de niños y personas con autismo.
Más allá de los juzgamientos, linchamientos o justificaciones de la opinión pública, las muchachas –quienes se disculparon de inmediato– acumularon una imprudencia más en la cadenilla de escándalos públicos que ambas han afrontado, por razones diferentes, en los últimos tiempos.
Y a esta mancha las primeras que deben ponerle atención son ellas. Ya no solo está en juego el qué dirán. No es lo mismo un alboroto público ocasionado por la difusión de fotos íntimas o un pleito barriobajero al aire, que la alusión burlista y de mal gusto hacia cualquier segmento de la población con algún grado de vulnerabilidad o miembro de una minoría.
Esta vez, las protestas llegaron hasta las propias instalaciones de Teletica, en el arranque de DWTS, donde parte de la población afectada (empezando por varios niños) hicieron valer su queja. No deja de ser irónico que la familia Picado se caracterice por su humanismo, educación y don de gentes, y que los actos de dos de sus fichajes temporales terminaran con una protesta en sus instalaciones. Injusto dominó.
Televisora de Costa Rica optó por el silencio, probablemente porque el problema en el que se metieron Berahimi y Ramos fue por una acción personal no vinculada con el canal. Pero habría sido reconfortante que la televisora manifestara su posición oficial al respecto y que las muchachas reiteraran su disculpa en televisión nacional, en vivo y con un propósito de compensación, por ejemplo, realizando labores filantrópicas o de concientización sobre la realidad que viven las personas autistas y sus necesidades.
Pero bueno, aquello ya no fue y el escándalo no pasó de ahí. Pero no por eso Jalé y Karina deben bajar la guardia y, como adultas que son, deben entender que su carácter de figuras públicas (además, polémicas) las coloca de ahora en adelante, más que nunca, en la mirilla.
De todo el tema, lo que más nos preocupó y nos asustó fue ver que en este caso la indignación de algunos provocó actos deplorables: fue chocante ver cómo el frente de la oficina de Karina Ramos amaneció lleno de basura y desperdicios. Ojo gente, ya esto es vandalismo. De ahí, a una agresión física, hay solo un paso. Y algo así, con ellas o con alguien que meta la pata por imprudente, sería verdaderamente lamentable.
Chiquillas, pónganse las pilas. Todavía están a tiempo de comprometerse con la causa, pero no para que las vean, si no porque pueden darle un viraje a una situación tan negativa y contribuir con la concientización.
Por otra parte, si rompen o no con sus novios, si quieren aparecer en videos íntimos, si se vistieron mal para una fiesta, si se pasaron de tragos en una fiesta... esto es parte de lo que le puede pasar a cualquiera y todos estamos expuestos, figuras públicas o no.
Lo que sí tienen que cuidar y medir, en adelante, es la lengua y su conexión con el cerebro. Jalé no puede ampararse en que ofendió al autismo porque ella “es una idiota”. Ambas tienen talento y arrastre, por no hablar de su belleza. Pero deberían de poner atención –ella y sus colegas– al basurero (literal) que le lanzaron a Ramos. Humillante situación, por cierto. Prudencia gente, prudencia. Basta de cabezonadas. Ojalá, de verdad, esta desagradable experiencia les encienda las alertas y las vuelva más responsables. Ya están muy grandes, no hay excusas.
Dicho lo dicho, vamos a los comentarios sobre Dancing :
En el arranque, bien pudo existir un segmento llamado Nace una estrella. Se trata del guapisisisisísimo chef de Sabores TV, Daniel Vargas, quien además mueve todo eso que tiene con un garbo y un sabor igualitico al que usa cuando sazona sus delicias (sus delicias en la cocina). A ese muchacho le sobra pasta como figura mediática, no sería nada raro que después de este batacazo, lo veamos como presentador, por ejemplo, en un espacio como Buen día . Arrastre total.
Los allegados de Jalé siempre han sostenido que ella es un encanto de persona, y no seremos nosotros quienes lo pongamos en duda. Ahí llegó un séquito de apoyo, encabezado por sus amigotas Éricka Morera y Ana Lucía Vega. Sin embargo, esto no parece haberle ayudado mucho en el debut, pues por lo que vimos es bastante tiesa y es sabido que el ritmo se tiene o no se tiene, eso se trae en la sangre. Ojalá nos equivoquemos y nos deje callados. Por otra parte, es un hecho que la protesta contra ella afectó su concentración, pues los manifestantes estaban exactamente pegados a los ventanales que dan a las salas de maquillaje. Con todo y todo, su presentación fue la más esperada de la noche. Jalé será, por lo visto, la versión del Chunche en esta temporada.
Karina Ramos, en cambio, se está granjeando cierta fama de diva. Ha tenido problemas por impuntual y uno que otro encontronazo con la gente de Producción, según supimos. Eso sí, ella estaba muy motivada porque ahí entre el público estaba Esteban Castillo, el gemelo modelo que trabaja en Batalla de talentos de Repretel, y a quien captamos intercambiando pícaras miradas con su ... ¿novia? Luego, el guapísimo muchacho grabó toda la presentación de su... ¿enamorada? Se me hace que ese tamal se destapará ahorititica, estaremos pendientes.
Otro que estuvo entre el público más estresado que la misma Glenda Peraza (el hombre pasó con los dientes apretados casi toda la gala) fue Byron Garita, el esposo de la presentadora. Hay que darle un tilito en la próxima, porque en la de menos le da un soponcio del estrés cuando ya empiecen las eliminaciones.
Paula Picado, directora de Teletica Formatos, sigue pendiente de cada detalle y atendiendo como anfitriona de lujo a todo el que puede. Minutos antes de que el programa saliera al aire, ella se acercó a todos los equipos de trabajo (camarógrafos, sonidistas, técnicos) y les dio la bendición. Un amor de persona.
En términos generales, lo visto hasta ahora muestra un crecimiento significativo de DWTS respecto a las temporadas pasadas. Este año se les unió la Tico Jazz Band, con música en vivo, hecho digno de destacar como uno de los grandes nuevos pluses.
Bueno, y en otros temas, el sábado antepasado estaba este Topo mondo y lirondo haciendo el semáforo frente a la Municipalidad de San José, cuando vimos un lujoso convertible rojo, hermoso pero tan diminuto que parecía de juguete (puramente los de los carruseles Zapote). Parecía que el conductor al volante casi se iba a salir en cualquier momento; la sorpresa fue que al fijarnos bien nos percatamos de que se trataba nada menos que del talentosísimo ventrílocuo Miguel Coco Mora. Luego supimos que el carrito es un carrazo de modelo casi único en el país, toda una monada, mejor dicho, una monadita. Ve vos.
Uno que se toma la vida con una gran actitud es el empresario Don Stockwell. Esta semana causó hilaridad entre sus seguidores de Facebook cuando publicó que si por casualidad alguien conocía a Fulanito de tal (obviamos la identidad) “que venía en el vuelo tal y tal desde Fort Lauderdale? Es que creo que intercambiamos maletas... Nunca supimos si encontró su valija, pero sí es un hecho que a casi cualquiera de nosotros nos pasa eso, entramos en un colerón y lo último que pensaríamos es en hacer un chiste al respecto. Ya lo dicen: Don es como un niño grande. A como va, va a vivir como 100 años.