Todo el mundo tiene algo que esconder...

Dice un adagio que todo el mundo tiene algún esqueleto escondido en el armario, pero ... ¿hasta dónde están dispuestos a llegar algunos con tal de resguardar sus más íntimos –y muchas veces, sucios– secretos?

De esta premisa parte la serie de estreno Mi oscuro secreto ( My dirty little secret ) para recrear casos de la vida real en los que, quienes descubrieron los secretos de otros, pagaron muy caro el haber descorrido el cerrojo.

Esta nueva emisión de Investigation Discovery forma parte de la trilogía que, a partir del viernes, se transmitirá en los llamados Viernes de placer y venganza , y que contempla además Casado con el enemigo y Amor asesino (en su segunda temporada).

Los shows se inician a partir de las 7 de la noche, comenzando con Mi oscuro secreto.

Y es que –casi– todo el mundo tiene un secreto vergonzoso que esconder. Desde el ama de casa que parece perfecta, hasta el guía espiritual de una comunidad.

Los casos elegidos parecen ser surrealistas, pero no lo son: ocurrieron en la vida real y, por eso, ID los aborda a tono con su temática.

“Los contenidos basados en investigaciones de amores fallidos que terminan en crimen son los favoritos de nuestros fans”, comentó en un comunicado Claudia Chagui, Vicepresidente y Directora de Investigation Discovery. “La mejor forma de celebrar nuestro primer aniversario es con el estreno de más series de este tipo, y estamos seguros que el bloque Viernes de Placer y Venganza se convertirá en un obligado para los amantes de este género”.

Un ejecutivo con gustos particulares

Un sonado caso que aborda la serie es el de Joseph Pikul, prestigioso corredor de bolsa de Wall Street, graduado de Harvard, quien en apariencia tenía una vida matrimonial y económica idílica.

Él conoció a Diane en los años 80 y pronto ambos se casaron y formaron una familia. Según cuentan los allegados a la pareja, Joe era un verdadero príncipe azul que se transformó por completo una vez que se convirtió en el esposo de Diane.

Sus maratónicas jornadas laborales lo hacían estar siempre fuera de casa, pero cuando no estaba trabajando, se iba de juerga noches enteras.

Los hijos fueron llegando al hogar y las cosas fueron empeorando. Diane ya no soportaba más, y la gota que derramó el vaso fue descubrir que su flamante esposo disfrutaba vistiéndose de mujer, al mejor estilo, eso sí, de una cabaretera.

La furia de Diane se salió de control y empezó a amenazar a su esposo con hacer públicos sus íntimos gustos, si él no accedía a compartir la fortuna que había amasado durante el matrimonio.

En medio de ese trance, Diane es asesinada.

La conducta imperturbable de Joe hace sospechar a la policía, que no tarda en entablar una investigación que descubriría no solo los motivos del asesinato, si no hasta dónde había llegado el exitoso ejecutivo en su doble vida secreta.

Affaire lésbico a escondidas

Kathleen y Bill son un matrimonio joven y prometedor; ambos son admirados entre sus familias por ser profesionales, amorosos uno con el otro, y por la pareja que han logrado consolidar.

Sin embargo, la extraña muerte de una desconocida pronto se interpondrá en los caminos de las dos familias.

Tras rastrear los vínculos de la joven asesinada, la policía se entera de que esta tenía una relación secreta, pero muy estrecha, con Kathleen.

Pronto, las investigaciones se dirigen hacia la ejemplar esposa, quien en apariencia está totalmente enamorada de Bill. Pero no todo es lo que parece, y en este caso, ni por asomo.

Es así como se descubre una turbulenta relación entre las dos mujeres, pero además, hay una tercera chica involucrada en lo que termina siendo un triángulo lésbico amoroso, del que ninguna de las familias, ni siquiera Bill, sospechaban que existía.

En otro caso, la adicción a la pornografía se convirtió, para un exitoso médico, en una trampa a la que no pudo resistirse. Pronto esta se desbordó y pasó a territorios insospechados, hasta convertirse en adicto a la repulsiva pornografía infantil. Cuando su esposa lo descubre, indignada le anuncia que lo acusará inmediatamente con las autoridades, pero pagará muy caro el haber espiado a su marido. Se dice que quien busca encuentra... Tal parece que así es.