Los fans de la literatura de fantasía siempre quieren ver a sus héroes en carne y hueso. Una buena adaptación respeta los cánones establecidos por los libros y, además, asume el reto de entregar algo extra.
La saga de seis libros Cazadores de sombras tuvo su oportunidad en el 2010 y fracasó estrepitosamente. El proyecto de una segunda película quedó congelado desde entonces.
Sin embargo, el fanatismo por la obra de Cassandra Clare es tan fuerte que ahí no murió la cosa.
La adaptación seriada Shadowhunters estrenó en Estados Unidos el 12 de enero. Netflix comenzó a transmitirla semanalmente al día siguiente.
Tal y como lo hacen los libros, la cámara sigue la historia de Clary Fray (Katherine McNamara), una adolescente que en su cumpleaños número 18 descubre que es una heroína poco convencional, una humana con sangre de ángel que tiene el poder de cazar demonios para proteger al mundo.
Clary no llevará la carga de sus poderes sola. Un grupo de otros adolescentes la acogerá en su extraña familia, la acompañará en la búsqueda de su madre secuestrada (quien también es una cazadora de sombras), y le dará los tan necesarios intereses románticos que definirán su destino.
Los lectores de la saga verán en la serie el proyecto que una mala adaptación fílmica truncó pero que, si los primeros episodios son referencia, la tele tampoco parece que va a satisfacer.
Hay material literario que debería quedar a la imaginación de sus fans.
Véalo en Netflix: www.netflix.com