Enojado con la leyenda que se ha creado en torno a Pablo Escobar, apasionado con la búsqueda de la verdad, crítico a la forma en que se hace periodismo en la actualidad, y melancólico con los años que su trabajo le “robó” a su familia...
Así se mostró Raúl Benoit , periodista colombiano del programa de la cadena Univisión Aquí y ahora , quien tiene más de 35 años de experiencia y en su trayectoria registra intentos de homicidio y secuestros.
El comunicador, que inició su carrera como farandulero, para luego adentrarse en las entrañas del conflicto armado de su patria, fue invitado a Costa Rica por el Colegio de Periodistas , para brindar dos conferencias en el marco de la conmemoración del atentado terrorista de La Penca , que hace 29 años dejó tres periodistas muertos.
Inició como periodista de espectáculos, mas se convirtió en un corresponsal de guerra. ¿Cómo se dio la transición?
Cuando inicié en farándula hacía también obras sociales, llevábamos pupitres a barrios pobres, construíamos escuelas... Al estar en ese ambiente de pobreza y ver la realidad social que padecía Colombia me despertó un sentido diferente del periodismo; me di cuenta de que había que hacer algo; busqué como ingresar a la televisión, pues era un medio que me fascinaba, y empecé a hacer trabajos más serios y profundos. Me encontré una realidad muy dura; yo veía, por ejemplo, cómo el ejército bombardeaba las casas de campesinos en lugar de a la guerrilla; las injusticias...
¿Por qué exponerse a esa realidad y a tantos riesgos? ¿Pasión por la noticia o ego profesional?
Una pasión obsesiva por la noticia, uno se enceguece con la noticia, nos hace sentir que somos inmunes a todo peligro, como Superman. Tomas riesgos sin tener noción de la realidad, no te das cuenta que puedes morir... Vas caminando por una trocha en la montaña colombiana en busca del comandante guerrillero, te impulsa la pasión, la noticia.
”No me importa la fama ni la fortuna; desde 1987, no participo en premios, a veces se confunde la pasión con esos elementos”.
A raíz de su trabajo lo han intentado asesinar, lo han secuestrado (por periodos cortos)... En retrospectiva, ¿valió a pena?
Valió la pena porque fue una lucha por Colombia, pero me arrepiento de muchas cosas: de haber abandonado a la familia; mis hijos sufrieron mucho por esa pasión obsesiva de hacer noticias. Al final, me terminé divorciando.
Actualmente, hay una sobreoferta de narconovelas y obras de ficción inspiradas en el mundo del narcotráfico; es un tema que ha vendido, o nos lo han sabido vender. ¿Cómo fue haber sido periodista en ese contexto que ahora se nos mercadea como producto?
Fue muy difícil, a lo largo de los años que cubrí el conflicto en Colombia han muerto 180 personas conocidas: amigos, colegas, entrevistados, personas que murieron por defender la justicia y la verdad; colegas que no tranzaron con los narcotraficantes, y ahora que veo todas estas novelitas... Eso que dicen que Pablo Escobar es el patrón del mal... No solo era el patrón del mal, es el maestro y creador del crimen organizado en Latinoamérica, de los crímenes atroces.
”Escobar no era un berraco ni inteligente ni los criminales que lo rodean; ser inteligente no es mandar a matar niños y mujeres; él fue astuto, así como los es el Chapo Guzmán (narcotraficante mexicano). Ese tema me molesta; viví ese contexto, cubrí como periodista las bombas que puso Escobar , los atentados que orquestó.
De la figura de Escobar se ha creado toda una leyenda. ¿Cómo fue la interacción que tuvo con él?
Me ofrecieron una entrevista con los autodefensas, en el camino nos desviaron y llevaron a una finca donde estuve tres días como “invitado”; hasta que un día me dijeron que había llegado el patrón. Llegó en helicóptero, con actitud prepotente, era un tipo mal hablado, no era culto. Habló por 10 minutos, fue un monólogo. Le mandó una amenaza a mi jefe para que dejara de hablar en su contra.
¿Todavía hay espacio para periodismo combativo en la televisión o ya el entretenimiento lo succionó, le robó el espacio?
El entretenimiento no está desplazando. Los periodistas de guerra, de acción, hemos pasado a un segundo plano.
¿Cómo se hace un periodismo responsable?
Diciendo la verdad, hacer periodismo por el bien de la sociedad, periodismo para el desarrollo.
Actualmente, ¿cuál es el reto del periodismo?
Luchar contra la corrupción y políticos corruptos. No es solo el crimen organizado, sino el de cuello blanco, los empresarios que delinquen protegidos por la ley.