Con la esperanza de retomar el camino de la sobriedad y el éxito, Cory acepta la propuesta de su agente de someterse a un tratamiento para desintoxicarse en una clínica especializada que está ubicada en su ciudad natal.
Parte de la terapia que recibirá incluye asumir una nueva responsabilidad: entrenar la división juvenil de béisbol de su comunidad.
A medida que sus jóvenes jugadores le ayudan a volver a experimentar la alegría del juego, Cory se da cuenta de la necesidad de liberarse de su pasado y poner una nueva esperanza en su futuro, además de darle una nueva oportunidad al amor que dejó atrás. Con este segundo chance, él se encuentra en un camino de transformación y redención.