Protesta. A muchos les gusta cuando Pilar Cisneros se crispa y hace un reclamo vehemente por algo que alguien debió haber hecho. Esa conexión directa del televidente con la directora es una realidad muy humana: las emociones se contagian y si ella está indignada y reclama enfática, de algún modo, la pantalla nos vincula y el televidente siente que su propia rabia es pública en la voz de doña Pilar.
Además, ella es percibida como figura de credibilidad y aprecio público, lo cual sella la identificación: ¡Ella piensa igual que nosotros! No podemos saber por qué la directora actúa así. Basta decir que tiene derecho y funciona bien para el noticiario, como un golpe de efecto. Lo malo es cuando los periodistas regulares cuestionan con enojo al funcionario, en un acto de franco irrespeto, pero eso es otra historia.Este miércoles, la víctima de la ira de Cisneros fue el Ministro de Educación, porque los colegios todavía no han entendido que los padres les confían sus hijos, y ellos parecen no hacer nada para elevar la seguridad. El noticiario hizo una nota especialmente diseñada para hacer un test de las normas de seguridad, tras el triste asesinato de un colegial a manos de su exnovio, y sacó nota cero. La trampa de Telenoticias no deja lugar a dudas: el sistema educativo parece vulnerable en un 100%.Al momento de escribir estas líneas, desconozco si han servido la cabeza del Ministro en bandeja de plata o si han conversado serenamente; porque doña Pilar es enérgica, pero también sabe escuchar. Y, como programa de tele, el recurso es legítimo, en el sentido de que la directora ejerce su derecho editorial; tal vez podría considerarse sobreactuado en la emoción agitada puesta en el reclamo, pero eso es cuestión del manejo personal de la imagen pública de la directora y, en todo caso, sabemos que doña Pilar es completamente sincera y, si estaba molesta, es porque realmente lo está y no porque quiera dar la apariencia de estarlo, solo para llamar la atención sobre sí misma. Ni ella lo necesita, ni es el estilo de Telenoticias .Visto así, esos golpes de efectos es un elemento interesante que despierta al televidente, dentro de la serie de cabezas parlantes que son nuestras noticias, y llama su atención del televidente al tema de una manera, digamos, superlativa. Las personas que no están acostumbradas a escuchar una palabra más alta que la otra se sentirán ofendidos, es verdad, pero siempre está el derecho de cambiar de canal.El otro punto es pensar el concepto periodístico de “fuente idónea”. Esto significa saber cuál es la persona más adecuada para responder una pregunta. ¿Es correcto enfocar la ira contra el Ministro? En este caso, uno puede pensar que el Ministro es el responsable estratégico del Ministerio, pero no tanto el operativo. Es decir, seguramente, el Ministro ha instruido a los directores a elevar la seguridad y ya después, cada uno de ellos, desde su realidad y recursos, son los primeros responsables de implementar esa norma. El Ministro está a cargo del Ministerio, pero no podría por sí mismo verificar cada instrucción cumplida. Ese es un asunto de responsabilidades compartidas difíciles de manejar. Comento el asunto porque es curioso que un tema tenga una nota muy bien producida y encima sea coronada con un editorial prácticamente gritado. La tele es imagen y también es palabra dicha, a veces con enojo, uno tan grande que no se agota en la pausa comercial. No sabemos si nuestro país está llegando a ese nivel, al punto de que prensa y fuentes se hablen a gritos, si la exigencia de responder debe hacerse en vivo en televisión nacional, o si ya lo pasamos y esta será la norma, y se hace eco de un movimiento de acción en vivo, como se hace en la radio.