Durante más de 50 años de carrera, la fallecida Joan Rivers acumuló una fortuna de $150 millones, que será repartida entre su hija Melissa, su único nieto Cooper, y las cuatro perras que la polémica comediante tenía como mascota.
Así lo publicó el periódico El Mundo de España ayer por la noche, aunque no se precisó el porcentaje de la fortuna que irá a las cuentas de cada heredero.
La fortuna incluye los bienes muebles e inmuebles propiedad de la quien fue conductora de Fashion Police, por lo que su mansión de Upper East Side de Manhattan, valorada en $35 millones, ya está considerada.
Rivers acumuló su riqueza no solo por desempeñarse como conductora del programa de E! Entertainment Television, sino desde sus inicios en 1960 cuando hacía monólogos cómicos para la pantalla chica, o sus más recientes incursiones como empresaria.
En agosto del año pasado, la humorista logró vender productos de moda y accesorios a través del canal televisivo de compras QVC, por $1.000 millones. La próxima aparición estaba prevista para el 26 de setiembre próximo.
En cuanto a la herencia de sus perros, esta será administrada por Tracie Hotchner, ahijada de Joan Rivers.
Joan consideraba a los perros mejor que un marido porque "nunca se dejaban la tapa del sanitaro levantada".
"Sabía que se aseguraría de dejar provisiones para ellos. Me impresiona que en el mundo actual, los perros se hayan convertido en parte esencial de la familia hasta el punto de proveer por ellos en vida y ya después de fallecida", comentó Hotchner.
Joan Rivers falleció el pasado jueves 4 de setiembre en el hospital Monte Sinaí, en Nueva York, donde fue ingresada en condición grave ocho días antes tras haber sufrido un paro cardiorespiratorio durante una operación en su garganta realizada en un consultorio médico externo. Tenía 81 años.
En el 2012, la ácida comediante había publicado en su libro Odio a todos.. Empezando conmigo, las pautas de cómo debería ser su funeral. La primera indicación era un aviso para Melissa, su hija, en la que le decía que todos sus bienes serían transferidos a ella.
La muerte de Rivers está en investigación por el Departamento de Salud de Nueva York, pues se presume que durante el procedimiento quirúrgico hubo irregularidades que complicaron su salud.
Este jueves Melissa Rivers rompió el silencio que mantuvo desde el 7 de setiembre, día en que se celebraron las honras fúnebres de su madre.
Ella volvió a agradecer al público por el cariño recibido, los detalles florales y los mensajes de pésame que le han hecho llegar por diferentes vías. Melissa habla también en nombre de su hijo Cooper, de 14 años.