La reina del entretenimiento fashionista estadounidense se reiventa en su propuesta Joan Rivers Don’t Start With Me . Se trata de una stand up comedy en la que la icónica humorista envuelve de pies a cabeza a su audiencia con un estilo pícaro, audaz y descarnado.
El portal especializado Showtime describe la propuesta de River como “una infecciosa energía que se apodera del escenario de principio a fin”.
El documental humorístico es dirigido por Scott L. Montoya y tiene una duración de una hora. Este director es un peso pesado pues tiene 25 años de experiencia creando y dirigiendo espectáculos humorísticos en Europa y Estados Unidos.
Tras su paso por el programa Tonight Show , en el que décadas atrás se consagró como un figurón de la tevé estadounidense, junto al no menos célebre Johnny Carson, Rivers se convirtió en la zarina de la moda a través de la señal de E! y ahora burló al inexorable retiro con este nuevo nicho: la comedia de pie.
Las buenas críticas para la octogenaria comediante, una de las figuras más queridas en la Unión Americana, han surgido al unísono y de esto se aprovecha HBO para promover la stand up comedy Don’t Start With Me.
“Ella es mucho más que una crítica: mujer vibrante y carismática, la comediante Joan Rivers toma el escenario para afrontar al público y demostrar que solo ella puede hacer reír a través de su espontaneidad y su estilo único e irreverente, que la ha convertido en un icono mundial”, dice HBO en la Web.
Es que, si algo caracteriza a Rivers, son sus críticas dirigidas a los famosos del mundo, indistintamente de su status ; entre ellos, sus favoritos: Kim Kardashian y el rapero Kanye West.
Es de esperar que el contenido de su propuesta audiovisual contenga más de un “sacachispas” que arrancará risas y hasta lágrimas a la audiencia.
En los cortos promocionales se aprecia a Rivers haciendo mofa de su edad, lanzándose al suelo y choteando a varios de sus colegas del espectáculo.
La ganadora del Grammy vuelve y promete hacer de las suyas con un show hilarante y políticamente incorrecto: ningún títere quedará con cabeza y nada será tan sagrado como para no tocarlo.