Justo cuando el plan de vida de Jane Gloriana Villanueva comienza a a concretarse, aparece un embarazo no planeado. Su universidad, trabajo, familia y noviazgo tienen que abrirle campo a un hijo, concebido por la metida de pata de una ginecóloga distraída.
¿Cómo es que una historia de telenovela se convierte en una comedia exitosa?
La fórmula la inventó Juana la virgen en el 2003: una adolescente de familia humilde es inseminada por error con el esperma de un hombre de clase alta. En el medio se meten el resto de ingredientes que conforman un buen culebrón: la exnovia despechada, los secuestros, las conspiraciones familiares y el melodrama.
Jane the Virgin es una telenovela que tiene todo eso y, al mismo tiempo, es una comedia que no se toma en serio a sí misma. Esta semana se estrena en Lifetime y desde hace algunos días también se da en Teletica (lunes a viernes, 4:30 p. m.).
En esta encarnación, Jane es una joven de 23 años que ha planeado su futuro desde muy niña. A los 11 años, su abuela Alba le da una lección que la cambia para siempre: “Esto es lo que sucede cuando pierdes tu virginidad”, le dice con amargura mientras Jane intenta, inútilmente, alisar los pétalos de una gardenia estrujada.
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La magia. Jane the Virgin es una telenovela para una época en la que se desgastó la historia de la niña pobre que se enamora del hombre rico. Ahora, ni las buenas son tan buenas ni las malas son tan malas.
Jane, por ejemplo, es una virgen que ha aprendido a rodear los aspectos técnicos de su sexualidad. Con su prometido, Michael, ha logrado una relación estable en la que el sexo continúa siendo un tema importante (aún cuando no esté lista todavía para tenerlo).
Al mundo que se ha construido por sí misma, se filtra la magia que solo existe en los culebrones. De a poquitos, llega un padre que creía muerto (interpretado por el mexicano Jaime Camil); su abuela cae por una escalera y pierde la memoria; una ex despechada y una conspiración de secuestro.
En Jane , sin embargo, no hay melodrama. Donde Juana la virgen habría puesto acercamientos de cámara y llantos exagerados, Jane the Virgin coloca a un narrador (quien recibe créditos como el “Narrador Latin Lover”) para reírse con nosotros de las proporciones telenovelescas de la comedia.
Aún así, la serie se reserva seriedad para quien lo amerita: su heroína.
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Véalo. Jueves 19. Lifetime. 9:00 P. M.