En un rito ceremonial de la televisión nacional, doña Inés Sánchez de Revuelta ha entregado el corazón a diario durante los 49 años de transmisiones de
Ahora, su creadora espera darle fama a nivel internacional: Sánchez está realizando el engorroso trámite para asegurarle a
Exigente, puntual y metódica; reservada para hablar de su imagen y siempre enmarañada en los planes del día siguiente, la periodista y locutora cubana abrió las puertas de su hogar para compartir recuerdos y planes.
Yo me puse a pensar que quería producir mi propio programa porque faltaba mucho en la televisión. Veía que había programas que encasillaban a la mujer en la cocina y se acabó.
”Una mujer en la casa no se enteraba de lo que pasaba en el país, y cuando llegaba el esposo o los hijos no podía hablar con ellos porque no sabía qué estaba pasando. Y dije: ‘Hay que llegar a la familia, que la mujer pueda escuchar, que le hablemos de todo lo que se le pueda ocurrir y que cuando llegue su familia, ella pueda sentarse a conversar con ellos’”.
El 8 de febrero voy a cumplir 49 años de hacer el programa... Sigo con
No, no, no. Nunca había pensando en que fuera pionera. No me importa si fui primera o segunda.
Ya presenté documentos y ellos me dieron un número. Ahora tengo que presentar todavía más documentos, que tienen que ser traducidos a través de la Cancillería.
Documentos que certifiquen que el programa es educativo, que tiene tantos años al aire. Todo lo tengo... Espero tener una respuesta en unos seis meses.
Creo que cada programa es una anécdota. Siempre recuerdo una carta de una señora que tenía mucho interés en que yo fuera a su casa. Ella cuidaba a su nieto y hacía pocos días había sentido un ruido en la sala, fue para allá y se encontró a su nieto con un cuchillo en la mano y tratando de empujar el televisor por detrás.
”Ella se asustó muchísimo y le quitó el cuchillo. El niño estaba llorando y le dijo: ‘Yo quiero sacarla que la tienen ahí castigada. Quiero que venga acá a jugar conmigo’.
Yo fui a la casa y conocí al chiquito, eso fue hace unos 40 años. No sé quién es ni dónde está ahora”.
Yo le hablo a la familia, cualquier mujer que esté dentro de una familia para mí es importante. Cualquier mujer que está sola en la vida es importante, porque quiero que nos considere como su familia. Por eso se llama
¡Ah... me quieren mucho! Yo siento que las personas me tienen cariño, que me tratan como soy, un ser humano, no me tratan como algo sobrenatural. Me sienten como alguien de su familia.
Bueno yo no me maquillo mucho y como muy sano. No porque tenga que hacerlo, sino porque me gusta mucho... No sé si será eso en realidad. Yo me veo todos los días igual porque un día no se nota... puede que me vea diferente.
Sí. Nunca voy al salón de belleza. Me maquillo y me corto el pelo; pero soy vanidosa y muy femenina.
Con el infarto yo sentí que estaba en otro lado. Cuando volví a salir a la calle, la vida era diferente.
”Tal vez aprendí a enfrentarme un poco más a las cosas difíciles y a perderles el miedo a muchas cosas... Era como más fuerte y más preparada para si un día tengo que presentarme ante el Señor, lo estoy. No hay que ser nada extraño ni ningún santo, simplemente tratar de vivir tranquila y estar en paz con todo el mundo. Si me tengo que morir mañana, estoy tranquila; si tengo que vivir muchos años también”.
No. Hay muchas cosas que tal vez a uno le gustaría hacer, pero nada que me aflija. Siempre quise montar a caballo, pero tampoco es tan importante. Sigo viviendo sin el caballo.
No he conseguido el caballo porque no me cabe en el balcón...
”El columpio sí lo voy a tener. Lo he estado viendo en una tienda. Algún día lo voy a comprar”.
No. Yo no me voy a retirar porque amo mi trabajo y es importante para mí. Ahora que he estado sin hacer nada, es un aburrimiento. Hay tiempo para todo, pero también hay tiempo para trabajar.
Cada persona tiene su forma de ser y su personalidad. Muchas personas han intentado hacer un programa como
”Yo no voy a buscar a nadie que me reemplace. El día que termine, yo no voy a buscar a nadie. Creo que
Yo sí siento que hay algún canal que ha tratado siempre que estoy en una hora de la tarde de ponerme competencia. Han puesto novelas, algún programa similar, pero allá ellos. El que los quiera ver a ellos, que los vea, y el que me quiera ver a mí, que lo haga”.
Hay cosas muy buenas y hay cosas muy malas... Si yo hiciera un noticiero, lo haría completamente diferente.
A mí me gusta mucho investigar noticias, seguirlas y abreviarlas. Nosotros en el país tenemos noticieros muy buenos, pero el asunto es que se han metido mucho a entretener. Hay cosas en el noticiero que no son noticia y pienso que no deberían estar.
Fue una sorpresa. Mi especialidad no es esa, pero cuando me llamaron, yo les dije que sí encantada y les pregunté qué tenía qué hacer.
Cada persona debe tomarse muy en serio. Si yo no me tomo en serio, qué puedo esperar de los demás. Pero sí debo reírme, no de mí, sino de situaciones que se le presentan a una, que otra persona las puede tomar como un contratiempo. De acuerdo a cómo uno enfrente los problemas, son más grandes o son más pequeños.
Siento que hay muchas personas que ingresan a la escuela de Periodismo con el objetivo de llegar a la televisión y eso es un error. Con aquel deseo de salir en la televisión, la persona no va a triunfar; uno no sale porque quiere hacer algo en la televisión, sino porque quiere lucirse y eso es fatal. Hay que prepararse, no solo estudiar, sino preparar el día a día.
”En la vida no importa ser basura, pero hay que ser la mejor basura del mundo. No importa ser presidente, sino ser el mejor presidente”.