La serie no se llama Hell's Kitchen (traducción literial: La cocina del infierno ) por un asunto metafórico o para que el nombre sonara interesante. Para los 20 cocineros que durante esta temporada competirán para ganar el concurso gastronómico televisado, esa cocina es realmente un cuarto en el mismísimo calabozo. ¿Por qué van en primer lugar? Bueno, porque su futuro depende de ello.
En este programa, 20 aspirantes a chef son analizados con lupa por el famoso cocinero Gordon Ramsay, quien no se caracteriza precisamente por ser el tipo más agradable del mundo. Casi que en cada episodio, uno de ellos será eliminado y deberá buscar cómo entrar a la profesión por otros métodos. Y no solo eso: tendrán que llevarse como recuerdo un paquete de cuchillos y las duras críticas de Ramsay.
Ramsay divide a los 20 chefs en dos grupos de 10, casi siempre entre hombres y mujeres, y estos compiten por sus colores (rojo o azul) hasta que solo quedan seis, quienes se enfrentan de manera individual en una recta final en la que también se eliminará a uno por semana. Los retos son muchos, desde recrear a la perfección algún platillo hecho por Ramsey hasta ofrecer una cena formal para varios comensales.
En el episodio final, los dos chefs que lleguen hasta ese punto tendrán la oportunidad de proponer su propio menú para el restaurante y ofrecer una cena completa, la cual será totalmente controlada por ellos. Sin meterse mucho pero tomando apuntes, Ramsay los deja dar el servicio antes de anunciar quién será el ganador, el cual se llevará a casa un premio de $250.000 (unos ¢130 millones) y algunas ofertas laborales.
Programas como este hay muchos, pero la popularidad y la constancia de Hell's Kitchen lo consolidan en un lugar de relevancia en el campo. Varios de sus chefs ganadores han encontrado éxito después del programa (además de haber ganado bastante dinero en el mismo) y el show ha sido nominado a los Emmy y a los People's Choice Awards.
Véalo. Martes 9 de agosto. Discovery H&H. 9:00 P.M.