¿Qué ha cambiado en su vida en los últimos ocho meses?
Andar en la calle y salir y que todo mundo te conozca, te pida fotos y autógrafos... es una cosa muy bonita. Es una vida, muy, muy distinta... En mi caso, pasar tal vez de no ser nadie a que, de un día para otro, la gente en la calle te reconozca es muy bonito.
¿La gente la trata diferente?
Sí, claro. Yo creo que con todos es igual y, en muchos lugares, se sienten como si fueran muy cercanos a uno y te dicen: “Hola, Lore, ¿cómo estás?”. Se han generado ciertos lazos con las personas, y hay lugares donde voy y te dicen: “Esto es de parte de la casa”, en un lugar de comer y todo... Es como si fueran parte de uno y uno parte de ellos.
¿Se siente como un ejemplo para los niños que siguen Combate ?
Sí, a mí me llegan todos los días mensajes que dicen: “Usted es mi ídolo”. No sé qué palabra usar, pero lo dejan a uno como si estuviera así en lo alto, como una estrella. Se ve en las caritas, en la forma de verlo a uno o el sentimiento cuando te abrazan.
¿Qué es lo más extraño que le ha pasado con el público?
Me propusieron por el Facebook que me casara ya, pero ya... Otra vez andaba comiendo con mi hermana e iban saliendo de un museo dos excursiones de una escuela. Yo le dije a ella: “Tápeme que si me ven no me van a dejar. Era demasiado tarde, una chiquita me había visto”.