Édgar dijo adiós a las ‘estrellas’

Pudo ser por la ansiedad ante su programa de despedida, pero Édgar Barrantes, hoy exconductor de 7 Estrellas, fue el último en llegar al set anoche.

Ante la premura de colocarse los audífonos y salir al aire, el alajuelense no tuvo otra opción que esperar a que sus compañeras le dieran la bienvenida a lo que sería su adiós.

Fue así como Viviana Calderón, Marilín Gamboa y Nancy Dobles lo invitaron a pasar. Eso sí, antes, cada una de ellas aclaró que sería una noche de sentimientos encontrados.

Ante esto, el presentador reconoció que prefería no hablar para que no afloraran las emociones. Y esa fue la principal regla en esta despedida.

No obstante, no cumplió su propósito mucho tiempo. El recordar sus inicios, el 1.° de mayo del 2003, y hacer un repaso por sus años en 7 Estrellas fue un recorrido por lo que ganó y perdió al entrar en la TV.

“Ver mis inicios fue como repasar las páginas del libro de mi vida. Recordar todas esas experiencias, me permiten sentir hoy la satisfacción de que no tengo nada de que arrepentirme en mi vida”, confesó Barrantes, al finalizar el programa.

Con sus ojos llenos de lágrimas, este amante de la música ranchera no dudó en afirmar que la vida lo ha bendecido y, “duélale a quien le duela”, él ha sabido aprovechar todas las oportunidades que ha tenido.

“Nunca soñé con esto, pero hoy lo agradezco mucho. Le pedí a Dios aunque fuera hacer un comercial, pero él me dio la oportunidad de estar nueve años en el mejor canal del país”, dijo.

Detrás de cámaras. Mientras el programa transcurría con la mayor normalidad posible, Barrantes caminaba por el set sin soltar su teléfono celular. Uno de los pocos momentos que lo hizo fue para responder un abrazo que le dio Nancy Dobles.

Su rostro lucía serio, mientras aprovechaba algunos minutos para repasar el guion. Esto era interrumpido cuando alguien se le acercaba a desearle éxito en su camino.

Marilín Gamboa fue la única en lograr pasar la barrera que intentó colocar Barrantes, Durante uno de los cortes comerciales, se abrazaron y se dijeron algunas frases al oído. Ese fue uno de los pocos momentos en que al conductor y ortodoncista se le notó que contenía las lágrimas.

Una solicitud de Gamboa y Dobles se hizo pública: “Por favor, déjennos presentar juntos este último programa”; el deseo les fue concedido.

Esto anunció la llegada del momento más difícil: el decir adiós a un programa que le abrió las puertas de la televisión nacional.

El querer parecer ajeno a esta despedida fue, quizá, la única forma en la que el presentador pudo lidiar con sus sentimientos.

Recordar anécdotas de estos casi diez años parecía inevitable. Es por eso que Marilín se preguntó, detrás cámaras, acerca de quién la molestaría ahora, la haría sufrir con sus bromas o se burlaría de su ropa.

“¿Ahora quién será Édgar, el atorrante?”, dijo la conductora en son de broma, con la complicidad de una sonora carcajada de Barrantes.

El final no pudo ser mejor. Barrantes logró unir en el set de 7 Estrellas amistades entrañables y su amor por el mariachi. La despedida le dejó un sabor agridulce, pero, mientras las luces se apagaban, Édgar se fue satisfecho con el trabajo que hizo.