Los 64 años que la chef Doris Goldgewicht arrastra consigo en la pista de baile de Dancing with the Stars , no son motivo para que sus presentaciones no tengan complejidad.
En cinco semanas de competencia, la cocinera ha volado por los aires, se ha arrastrado por el piso y ha movido las caderas con gran sensualidad.
La presentación del domingo fue muestra de ello. Junto a su experimentado compañero de baile, Michael Rubí, Goldgewicht se enfrentó a su mayor reto en lo que va del concurso: bailar samba.
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Ella comenta que le costó porque el movimiento de las caderas y del trasero es algo que no lo logra muy bien; sin embargo, la interpretación gustó.
Con la sensual samba de Doris, el público del estudio Marco Picado se impregnó de una energía que acabó en gritos, aplausos y una calificación de 24 puntos por parte de los jueces, tres menos que Charlene Steward, la participante que más brilló en la quinta gala.
La cocinera del programa Sin secretos con Doris , resume como maravillosa, la experiencia de estar en el concurso, adaptado en el país por Teletica Formatos.
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“Es maravillosa; primero por el calor de la gente, luego por quienes trabajan en el programa, son fuera de este mundo, y por los compañeros. Aquí no hay una envidia, una zozobra; es de un apoyo total. A mí me han chineado montones. Estoy disfrutándolo mucho”, dice Doris.
Respecto a que si la edad le ha representado alguna restricción en la pista de baile, reconoce que hay pasos que no los logra, pero que no se niega a aquellas coreografías que implican riesgo.
“No me he restringido a hacer algún paso por miedo a caerme, sino porque en ocasiones hay algún paso que definitivamente trato 50 veces y no me sale, entonces pido que me lo cambien, pero solo es porque el movimiento es demasiado rápido y no le llego. Hay momenticos en que la edad manda”, afirma entre risas.
Doris, al igual que las otras siete estrellas que permanecen en competencia, ya se prepara para la interpretación de vals del próximo domingo.
La presentación será una de las más esperadas por ella misma: soñaba con bailar vals desde que visitó a su papá en Austria, hace muchos años, y estuvo en el castillo de la emperatriz Sissi.