El primer argumento por aportar es que FxD (Futbol por dentro) definitivamente es una gran idea. Traer futbolistas insignia que compartan lo que vivieron en el fútbol, es algo deseable para sus fanáticos.
FxD se pasa en Teletica y Xpert TV en horarios variados, cuenta con figuras como Roy Myers, Juan Carlos Arguedas y Eric Lonis, además de Ramón Luis Méndez, quien agrega polémica en cualquier tema. Kristian Mora conduce el espacio.
La promesa del programa es dar criterios íntimos de los panelistas sobre su visión personal del fútbol y sobre su administración. Esto lo concierte en un programa con un gran potencial: la mayoría de panelistas han masticado el fútbol. Lamentablemente dos factores en FxD atentan contra el cumplimiento de la promesa.
En primer lugar, la agenda. En ocasiones los primeros minutos del programa se dedican a discutir temas ajenos al fútbol, como casos de corrupción en la gestión pública ¿Eso espera el público del programa? ¿Ver a Lonis discrepando con Ramón Luis sobre un posible caso de peculado en la Policía de Tránsito?
Claro que ellos son ciudadanos con opinión cívica, es bueno ver que tienen una visión política, pero son líderes de opinión deportiva, no así en temas jurídicos.
El público los espera para saber sobre fútbol, para lo demás están los noticieros. El papel del experto en fútbol cambia y también su relación con la audiencia; podrían desautorizarse al hablar de eventos en los que no son expertos.
El segundo factor que decanta en la falta de cumplimiento de la promesa, es la caótica dinámica de discusión entre los panelistas, ¡todos hablan al mismo tiempo!
“¡Pero Ramón, déjelo hablar!”, dijo Lonis hace un par de semanas, defendiendo a un panelista del discurso de Ramón Luis. Este tono no es público sino que remite a lo privado; la impresión que da el programa es de un grupo de amigos discutiendo sobre fútbol en una carne asada en el patio de la casa, polémica, discusión y mucha pasión al imponer el punto de vista personal.
La razón de ser de un programa de televisión es transmitir emociones o ideas. FxD trata con ambas, pero debe tener éxito al transmitirlas, para eso debe ser posible escuchar las opiniones de los expertos. Es diferente “estar” en la discusión que “ver” por tele esa discusión. Los panelistas deben tener presente esto, pues la gente no está ahí juzgando sus argumentos, sino escuchando un bochinche que a veces se torna ininteligible. Kristian Mora pone la batuta, pero los panelistas parecen incontrolables.
La conversación encausada en una dinámica informal termina presentando formas sumamente improvisadas para ilustrar al público. Así se ha visto en el set a Lonis jaloneando de pie a Juan Carlos haciendo la mímica del marcaje. Se complica la realización, pues ni el set ni el programa están listos para estas ocurrencias.
¿Por qué no preparar un espacio adecuado para estas demostraciones? Quizá hacer una sección, dejar de improvisarlo y así crear una fortaleza de esto.
FxD no se presenta como un espacio transgresor, sino que se presenta como algo formal. La dinámica del programa podría ser mucho más relajada, aprovechando esos chispazos comunes entre los panelistas, tratarlo como un talk show con invitados fijos; romper la formalidad que de todos modos cuesta mantener.
Si a usted le gusta el fútbol debería darle un chance a FxD , ya que de verdad es una buena idea. Como buen programa de deportes, tiene análisis y especulación. Hay que entender que la polémica le gusta a los fanáticos. Es claro que FxD tiene el apoyo de muchos seguidores, pero se apreciaría más poder escuchar la discusión con claridad y así aumentar el tiempo efectivo del programa: más argumentos y menos burumbum.