La comedia y los lujos eran lo suyo. Por más de 30 años, la fallecida Joan Rivers vivió en una mansión de Nueva York rodeada de candelabros, cortinas de terciopelo y decoración renancentista.
El penthouse de Rivers tenía columnas doradas y en cada esquina habían tarjetas con algunos de los chistes que elaboró a lo largo de su carrera como comediante y crítica de moda.
Su cuarto lucía lleno de elementos propios del Renacimiento, con una cama rodeada de floreros y pinturas en sus paredes, mientras que el tocador de la controversial actriz asemejaba los bastidores de un teatro.
"Allí María Antoniera hubiera vivido si tuviera el dinero", había dicho la quien fue conductora del programa Fashion Police sobre su mansión de 1.500 metros cuadrados, localizado en el Upper East Side.
Rivers compró su casa en 1980 y pidió a los contructores quitar las capas de pintura de la anterior edificación y cubrir las paredes de dorado.
En un repaso por la casa de la controversial humorista, E! News detalló que la mansión fue construida en 1910 por John R. Drexel y su esposa.
Cuarenta y nueve años después, la estructura fue habitada por el escritor Ernest Hemingway, quien instaló ahí su estudio y abandonó en poco tiempo la residencia para salir de la Gran Manzana, tras eso fue la comediante estadounindense la que se apoderó de la propiedad.
Para estar más cerca de su hija Melissa, Rivers intentó vender su casa por primera vez en el 2009. Ella planeaba mudarse a la costa Oeste de Estados Unidos.
En ese momento, según E! News, a la presentadora del canal E! Entertainment Television le llegó una oferta del dictador Libio Muammar Gaddafi, a la que Rivers rechazó con su inolvidable humor.
"Pensé que era maravilloso. Dije que daría la mitad de la renta a Lockerbie y la otra mitad para que un exterminador viniera y limpiara el apartamento cuando él se fuera", había dicho Rivers sobre la pretensión de Gadaffi de rentar el penthouse por $200.000 la semana.
El último intento de venta fue en el 2012. En ese momento Rivers pidió $29.5 millones.
Joan Rivers murió el jueves pasado tras sufrir complicaciones durante una cirugía en la garganta. Las honras fúnebres de la estadounidense se celebraron ayer domingo con una ceremonia donde imperó la elegancia y el buen gusto. Como era ella.