Una tigresa jugará con fuego y saldrá quemada

Algunas monedas en sus bolsillos y con productos para vender en su carromato, pero con una pérdida irreparable... así terminará la historia de Anna Fierling, a quien todos conocerán como Madre Coraje, protagonista de la obra Madre Coraje y sus hijos, del escritor alemán Bertolt Brecht.

La obra se estrenará esta noche, en el Teatro de La Aduana. Con este montaje, que requirió de una inversión de ¢26 millones, la Compañía Nacional de Teatro (CNT) celebra sus 40 años de vida.

Esta puesta en escena es protagonizado por Ana Clara Carranza , actriz que se mete profundamente en el papel, para mostrar a una madre preocupada por sus hijos, pero que al mismo tiempo se puede convertir en una tigresa para defender sus intereses comerciales.

En las experimentadas manos de la directora Eugenia Chaverri, la obra mostrará dos grandes reflexiones: por una parte, que el comercio y la guerra siempre traerán pérdidas irreparables, y por otro, la fuerza que tienen los sentimientos de una madre por sus hijos.

Esta creación antibélica cuenta con un importante elenco –varios de ellos fundadores de la CNT–, como Gerardo Arce, Luis Fernando Gómez y Mariano González.

Además, participan Miriam Calderón, Luis Diego Ureña, Fernando Egea, José Manuel Elizondo, Andy Gamboa, María Fernanda Campos, Daniel Marenco, Erick Córdoba, Amadeo Cordero, Fabián Sales, Natalia Arias y Carlos Alvarado.

Tragedia. Entre los años 1624 y 1636 , por los caminos que cruzan Suecia, Polonia y Alemania, los ejércitos católicos y protestantes libran una guerra; muy cerca de ellos, una mujer intentará sacar provecho al enfrentamiento, vendiendo a ambos bandos cuanto producto llegue a sus manos.

En ese peregrinar comercial la acompañan sus tres hijos: Eilif, Requesón y Catalina.

Pero comerciar en tiempos de guerra no es tarea sencilla... se debe ser fiera para evitar ser víctima de los abusadores y, en especial, es necesario estar dispuesta a llegar a límites violentos; esas cualidades las tiene Anna Fierling.

Esa singular forma de defender sus intereses hace que la apoden Madre Coraje.

Pese a vivir de la guerra, hará hasta lo imposible –con agallas y dinero– para evitar que sus hijos se involucren en esa situación.

No obstante, la guerra será más fuerte que sus deseos y perderlos uno a uno, será su destino. Al final, y a pesar de su amor de madre, pudo más su codicia y ansias de sostener a flote su negocio bélico.

¿Víctima? La directora confesó que en la obra ve un diálogo entre la vida y la muerte, donde una mujer no encuentra más remedio para sobrevivir que tomar su carreta y salir a venderles a ejércitos enemigos.

“Madre Coraje sobrevive en un sistema que repudia, en función de lograr la supervivencia de sus hijos, pero ese sistema se los quita. Siento que ella es víctima también”, aseguró Chaverri.

En ojos de la actriz protagonista, Madre Coraje es una mujer que muestra claramente sus instintos maternales, a pesar de que en ocasiones se le puede ir la mano con alguna decisión.

Esta puesta, que tardó dos meses para estar lista, deja un claro mensaje en contra de la guerra, además tiene muchos elementos que la conectan con la realidad del costarricense.

Chaverri explicó que la pobreza, la violencia y las ansias de poder están presentes en la obra, situaciones que afectan el mundo y que mantiene vigente al montaje.

Para recrear el texto de Brecht y lograr que resumirlo en un montaje de dos horas, la directora hizo algunas modificaciones, como acortar algunas escenas.

Además, el trabajar con histriones de amplia trayectoria, como Luis Fernando Gómez, le hizo el trabajo más fácil.

La directora reconoció que no pensó en nadie más que en Carranza para interpretar este papel. La actriz, explicó Chaverri, era la idónea para dar vida a una mujer que detalló como una tigresa, dura, ruda, pero que muestra cariño.

“Ella lo asume (el personaje) y lo vive; uno no ve a una actriz forzada o dando un texto que nadie se cree... es muy convincente”, agregó.

El trabajo está listo para llegar a los espectadores, y la responsable de llevar la batuta espera que el público se entretenga y reflexione porque ella misma está harta de ir a ver teatro y salir aburrida.