02febrero2012 GNStudio. Ganadores de premios nacionales de cultura 2012. En la foto: Rubn Pagura como mejor actor protagnico (por su trabajo en la obra Romeo y Julieta: Tragedia gastronmica para actor y utensilios de cocina). /Juliana Barquero (Juliana Barquero A.)
De la producción nacional de obras de teatro que se estrenaron en el 2011, tres puestas en escena fueron las que más llamaron la atención del jurado de los Premios Nacionales de Teatro.
Por eso, seis de los siete galardones se repartieron entre las obras Madre Coraje , de la Compañía Nacional de Teatro (CNT); Mi vida alrededor de 500 metros , del grupo Sotavento; y Romeo y Julieta , de Rubén Pagura y Roberto White
El anuncio se hizo el 30 de enero. Desde entonces, no se detienen las llamadas, mensajes de texto y comentarios en Facebook para felicitar a Natalia Arias, Ana Clara Carranza y María Fernanda Campos (
El único premio que no quedó dentro de este grupo fue el de escenografía. Este se le otorgó al actor, director y escenógrafo español Carlos Nuevo, quien realizó su trabajo para el montaje 20.000 leguas de viaje submarino , para la CNT.
Todos los galardonados coinciden en algo: ninguno se esperaba el premio, al menos eso dijeron.
Sorpresa, asombro y alegría, fueron los sentimientos que todos experimentaron, porque ser reconocidos es algo que les llena de satisfacción y, de paso, les crea una mayor responsabilidad para seguir adelante con su labor.
Molina, Montero y Monge recibieron el premio como mejor grupo teatral del 2011, luego de ocho años de trabajo, al principio un poco en silencio y, en los últimos dos años, con mayor participación en la escena costarricense.
Además, el actor Antonio Rojas recibió el premio como mejor actor de reparto, por la obra
Con el paso de los años, los histriones conocieron la satisfacción de llevar sus ideas a un escenario y hacer literalmente lo que les da la gana, como mencionó Monge. También experimentaron muchas veces lo difícil que es hacer teatro, tanto por las críticas de la gente como por instituciones que les cerraron las puertas.
Diferencias de criterios siempre están presentes, al igual que las preocupaciones cuando el dinero no alcanza y sienten que tendrán que vender un riñón para poder pagar cuentas. En el 2011, se plantearon si lo conveniente era disolver el grupo o continuar.
Por eso, el reconocimiento como mejor grupo es como esa señal o palmadita en la espalda, que los motiva a seguir adelante.
Gustavo Monge, quien se ha desempeñado principalmente como director en el grupo, aseguró que él disfruta el premio, sin preguntarse cómo interpretar que el Estado premie a una agrupación que lo critica severamente.
“Solo lo tomo como una señal de que ven (el Ministerio de Cultura) nuestros esfuerzos y la investigación que hacemos para nuestros trabajos”, expresó Monge, vía telefónica desde México.
Sally Molina analiza el galardón como una señal de cambio, que es posible tener una estética distinta, ser auténticos y, aún así, ser reconocidos por su labor.
Ahora, esta anécdota le da algo de risa y ganar un sexto premio nacional, esta vez como mejor actor protagónico, lo valora y lo hace sentirse más seguro de lo que hace.
En
El trabajo no fue sencillo porque no solo debía actuar, sino que también debía darle vida a esos objetos y convencer a los espectadores que eran los integrantes de las familias Capuleto y Montesco.
Es ahí donde el trabajo de Roberto White, Premio Nacional de Tearo a la mejor dirección, cobró sentido. Este argentino, radicado en Costa Rica desde hace dos años, trabajó mano a mano con Pagura para reconstruir esta historia, empleando la técnica del teatro de objetos.
El objetivo de este binomio creativo era que el público se entretuviera durante esta histórica lucha de poderes entre familias; a su juicio, lograron su cometido.
“Fue una sorpresa. Estoy de gira por España y me enteré por Facebook porque comenzaron a llegar felicitaciones, hasta que vi la página de
Ana Clara Carranza se llevó el premio a la mejor actriz protagónica, mientras que el reconocimiento para mejor actriz de reparto se entregó compartido a María Fernanda Campos y Natalia Arias.
Carranza no ocultó su alegría por el honor; de hecho, este es su tercer reconocimiento en esta categoría; además, ella cuenta con otro como mejor actriz de reparto.
“Un premio se agradece y le da a uno más fuerza. También viene con mayor responsabilidad para la próxima vez que suba a las tablas”, comentó la conocida actriz.
Durante uno de los ensayos de la obra, María Fernanda Campos le dijo a Natalia Arias que su trabajo en el papel de Catalina, hija muda de Madre Coraje, le iba a dar un premio. Acertó, solo a medias, porque la propia Campos fue premiada junto a su compañera. Por ello, le aseguró a
Luego de una caída aparatosa, Arias, actriz de 24 años, pensó que no lo iba a lograr, que era mucha la responsabilidad la de su papel. Sin embargo, gracias a la guía de Eugenia Chaverri, directora del montaje, y luego de llorar un buen rato, decidió salir adelante con el personaje más complejo de todos los que ha hecho hasta ahora.
“Siento que Catalina le movió el piso al espectador, ¡tenía mucha fuerza dramática! Estoy muy feliz, trabajé mucho para este personaje; su psicología fue muy difícil”, dijo.
“Las cosas llegan cuando tienen que llegar”; con esa filosofía, Campos se toma el galardón. Es un reconocimiento estatal que le llegó a sus manos luego de dos décadas de trabajo; por eso, ella siente que es un espaldarazo a su constancia durante 20 años sobre las tablas.
Todo en el papel de Ivette fue ganancia. Ganó una audición, luego de competir por el mismo rol con otras 100 actrices, entre las cuales se encontraban varias alumnas. Además, se enfrentó no solo a actuar, sino también a cantar.
Será el 14 de mayo, en el Teatro Nacional, cuando el Ministerio de Cultura entregue a cada artista la estatuilla que lo acredita como ganador, además de una dotación económica que, en algunos casos, servirá para pagar cuentas pendientes, algo común cuando se decide vivir del teatro en Costa Rica.