“¡Corra, no rebote!”, le gritó una compañera a otra, durante una clase de Educación Física; ahí estaba el dardo venenoso clavado profundo en la autoestima de una adolescente: el resultado, la joven agredida no olvidará esas palabras en muchos años.
Esa crueldad, pero dura realidad a la que se enfrentan muchas niñas y jóvenes, es la que muestra
El montaje se estrena esta noche, en el Teatro Óscar Fessler, en barrio Escalante. Esta es la primera producción del nuevo espacio
Para dar vida al texto, Fonseca cuenta con las actuaciones de Laura Meoño, Adriana Alvarado, Daniel Astorga y Daniela Miranda.
Juntos desarrollaron una propuesta que parte de la pregunta: ¿por qué alimentar la construcción de una imagen externa y ajena, que supone incluso el poner en riesgo la vida misma?
Para exponer esos por qué, el grupo presenta a lo largo de una hora, cuatro escenas o imágenes, de gente común, personas que podrían ser el vecino de cualquiera, o bien, una figura pública.
La distancia entre el público y los histriones se estrecha cuando una de ellas lanza un primer por qué; una pregunta a la que no pretenden dar respuesta, solo exponer parte de la realidad.
Es así como los traumas de la niñez no dejan en calma a una pequeña; los tormentos a los que era sometida por otros compañeros siguen presentes y solo sirven para hacerla infeliz.
La propuesta de La Argolla busca exponer esa otra realidad de Costa Rica, la que se suele minimizar o se pretende esconder, usando la farsa como recurso escénico.
Al caricaturizar algunos personajes, como una mujer con tres divorcios en sus espaldas, y un mayor número de cirugías, quiere llamar la atención de esos temas serios, donde tras la risa, se espera llegue la reflexión.
La directora Fonseca espera que la obra cale en el público, y que vean o reflexionen que, de alguna forma, todos son víctimas de una sociedad que dice cómo se debe lucir, cuánto se debe pesar o qué alimentos no se pueden comer.
“Por salud está bien cuidarse, pero esa línea que separa el cuidado personal de atentar contra la salud es muy delgada; la crítica de la obra está enfocado en eso”, aseguró la directora de La Argolla.