La mayor parte de las personas recuerdan a Juan Cuentacuentos con su guitarra y narrando la historia de La Cucarachita Mandinga o Juan sin miedo para un centenar de niños. Sin embargo, este artista es un actor de pura sangre y con su nueva obra, La cómica historia del mercader de Venecia , regresa a esa faceta.
Juan Madrigal, nombre real de este cuentero, quería salirse de esa zona de confort que le generan los cuentos. Por eso, se decidió a montar este clásico de William Shakespeare.
No obstante, no crea que es una ocurrencia de este alajuelense; él estudi{o teatro de forma profesional, incluso es ganador de un Premio Nacional de Teatro (1998) y ha colaborado con la Compañía Nacional de Teatro.
Ahora, el resultado final de este montaje tiene felices a histrión y director.
Arturo Meoño, director del montaje, comentó que Madrigal sabe crear un balance ideal entre el trabajo de narrador y el de actor. Sus palabras cobran sentido cuando se ve al actor interpretar diversos personajes en el escenario, todos con sus particularidades.
“Es una actuación de altísima demanda; trabajamos duro como nueves meses”, afirmó Meoño.
El protagonista de La cómica historia del mercader de Venecia explicó que tenía claro que, para hacer bien este trabajo, debía salirse un poco del rol de narrador y meterse por completo en los zapatos del actor.
Su trabajo actoral anterior fue Con el perdón de Dios (2006), un drama bastante distinto al actual.
“En Con el perdón de Dios era un único personaje, era el llamado de Dios para anunciar el fin. Mientras que en La cómica ... son varios: cada uno con su voz y expresión corporal; eso requiere mucha concentración”, aseguró el actor.
Por ahora, la obra de Shakespeare es su favorita y espera que el público la goce y reflexione con ella.