31-05-11 Ensayo de la obra La Charca Inutil. Teatro 1887 CENCAC. San Jos Arnoldo Ramos, Marielos Fonseca, Leonardo Perucci Foto: Luis Navarro (Luis Navarro)
Óscar, profesor de secundaria, no solo tuvo que sufrir una paliza en manos de uno de sus alumnos y frente a toda la clase, además se enfrentó a la humillación de ver, una y otra vez, el video de su agresión en un noticiario nacional.
Esa es la anécdota de partida de la obra
Arnoldo Ramos es el histrión responsable de encarnar a Óscar sobre las tablas, guiado por el director Leonardo Perucci . Además, el propio Perucci asumió el reto de interpretar al personaje Parantritis; completa el elenco Marielos
Luego de la humillación pública, un Óscar atormentado encuentra en la solicitud de Irene una posible forma de dar un paso adelante. No obstante, en esa búsqueda de superación se encuentra con algo que le parece una locura: esa mujer le pide que le dé clases a un hijo que no existe.
Irene convence al profesor y con eso él se suma a su realidad, la de una mujer que se niega a aceptar la partida de un hijo. Sin embargo, ellos no contaban con que serían cómplices íntimos de otra locura.
En medio de esa extraña relación madre-profesor, está Parantritis, el exmaestro de Óscar, y quien lo motivó a ser educador. En una serie de encuentros entre ambos, los cuales están cargados de humor negro, estos personajes aportan al espectador ideas en las cuáles poner a trabajar las neuronas.
No obstante, Perucci resalta elementos claves en la obra, como lo que calificó de “mercantilismo de los medios de comunicación”, reflejado en la obra, cuando un canal de televisión compra y transmite la paliza que le dan a Óscar frente a sus estudiantes.
“Hay un morbo (en la sociedad) que hace que Desola levante la voz.
Para Arnoldo Ramos, lo valioso del espectáculo es que pone el dedo en la llaga, criticando a la sociedad y llamándola “enferma y perversa”, por cómo hay quienes están dispuestos a explotar comercialmente la tragedia ajena y gente que lo disfruta.
En el Teatro 1887, el espectador verá una escenografía sencilla, que recrea tres ambientes distintos, según Ramos, algo que solicita el dramaturgo. El objetivo es crear una atmósfera de zonas que reflejan parte de los mundos internos de los personajes.